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¿Un 'patinazo' demasiado caro? Los cabos sueltos que rodean la dimisión de la ministra alemana de Defensa

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¿Un 'patinazo' demasiado caro? Los cabos sueltos que rodean la dimisión de la ministra alemana de Defensa

La ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, fue noticia el Día de Año Nuevo cuando emitió un vídeo en sus redes sociales para afirmar que en el año 2022 "hubo muchas impresiones especiales que pude obtener de esto. Muchos, muchos encuentros con gente interesante y genial. Me gustaría ofrecer un sincero agradecimiento por eso".

Como ven, la guerra para muchos políticos occidentales es un momento chachi en el que pasárselo bien, organizar un montón de reuniones y conocer gente "interesante y genial". Un no parar de fiesta, vamos. Normal que no quieran que acabe.

Al momento, las críticas arreciaron y fueron aumentando hasta que Lambrecht ha decidido dimitir este lunes 16 de enero. La noticia, como suele ser habitual, ha pasado casi desapercibida en los principales diarios occidentales, salvo en Alemania. Si hubiera sido el ministro ruso de Defensa, qué decir, pero como Lambrecht es de la casa… Así, los diarios El País y El Mundo escondieron todo cuanto pudieron la noticia. Que no salpique, que se diría en estos tiempos bizarros

Una política con experiencia 

Sin embargo, si analizamos las polémicas que se le achacan, son mucho más leves que las que ha protagonizado, por ejemplo, la ministra de Defensa española, Margarita Robles. Además, la trayectoria política anterior a la llegada al ministerio de Defensa de Robles, no parece que goce de más experiencia militar que en el caso de Lambrecht.

Y si, nos atenemos al nombramiento de titulares de Defensa en Europa, lo cierto es que no tenía menos experiencia militar que cualquiera de ellos, un ejemplo de ello sería la ya mencionada actual ministra de Defensa española.

Así, aunque muchos se han empeñado en señalar lo contrario, lo cierto es que la ya exministra de Defensa alemana es una política con experiencia. De hecho, Christine Lambrecht es una abogada en clara tendencia ascendente, que había ejercido con anterioridad como secretaria de Estado de Hacienda —durante el gobierno de Angela Merkel— bajo el mando del actual canciller, Olaf Scholz, y lideró los ministerios de Justicia en 2019 y Familia en 2021. No se había subido en muchos carros de combate ni comandado unidades en primera línea del frente ni pilotado muchos cazas de combate, pero es que el resto de los titulares de Defensa europeos no parece que lo hayan hecho en más ocasiones que ella.

Y, sí, el patinazo en cuanto a sus declaraciones de Año Nuevo es evidente, aunque resumen el sentir de gran parte de la clase política europea, pero cabría recordar cuando Josep Borrell afirmó que las bombas que se enviaban a Arabia Saudí no matarían yemeníes porque eran de precisión.

Por otra parte, tampoco los errores que se le achacan se estiman mayores que los de otros u otras ministros de Defensa. Porque si grave se considera que enviase cascos a Ucrania, cabría recordar que la ministra de Defensa española envió cascos y chalecos antifragmentos en mal estado, así como ametralladoras que ofrecieron múltiples problemas. Y en general, material obsoleto. No solo eso, sino que sonada fue la polémica al respecto del envío de carros de combate Leopard antiguos a Ucrania, los cuales no pudieron ser enviados porque, según la versión oficial, estaban en estado inservible. Eran chatarra.

Y, sí, el patinazo en cuanto a sus declaraciones de Año Nuevo es evidente, aunque resumen el sentir de gran parte de la clase política europea, pero cabría recordar cuando Josep Borrell afirmó que las bombas que se enviaban a Arabia Saudí no matarían yemeníes porque eran de precisión o cuando la propia Margarita Robles aseveró durante la catastrófica salida de la OTAN de Afganistán que aquellos que fueran españoles llevaran banderas y gritaran 'España' entre el tumulto para reconocerlos. No sé, pero, parecen declaraciones bastante más graves que las de Lambrecht. Y aquello de Borrell sobre que el genocidio de los indígenas norteamericanos fue «matar a cuatro indios», compite en otro campeonato.

Y si a Lambrecht se le critica haber ido a Malí en tacones, existe una imagen de Margarita Robles con casco y antifragmento que la convirtió en meme en su momento y no pasó a mayores. Así pues, no, no parece que la ministra de Defensa alemana sea más incompetente que muchos de los titulares de Defensa europeos, o políticos europeos actuales en general. Y, desde luego, no más incapaz que la ministra española de Defensa, una de las más valoradas del Gobierno español por la ciudadanía. Es cierto que ni la clase política alemana ni sus medios de comunicación ni sus ciudadanos son como los españoles, pero pareciera que hubiera algo más.

Máxime, si tenemos en cuenta que los candidatos a suceder a Lambrecht no es que sean unos expertos en cuestiones militares, porque estar en el mundo de Defensa no supone necesariamente ser un experto: Eva Högl es la encargada de la relación entre el Parlamento y el Ejército alemán —Bundeswehr—; Siemtje Möller, es la actual secretaria de Estado de Defensa; Hubertus Heil, es el actual ministro de Trabajo; y Lars Klingbeil, es hijo de militar y, por ello, catalogado como experto en Defensa. Ciertamente, se trata de cuatro políticos y, por tanto, expertos en política, con todo lo que ello significa. Ni más ni menos. Políticos que hoy dirigen Defensa, si se lo piden, y mañana se encargan de Sanidad. 

El envío de carros de combate a Ucrania

Por si todo ello no fuera suficiente, lo cierto es que, de fondo, existen dos cuestiones esenciales. Por un lado, el incremento de gasto de 100.000 millones de euros para la modernización del Bundeswehr. Un importe que los medios occidentales solicitan que se gasten con premura, cuando gastos de estas dimensiones deben realizarse con una adecuada planificación. Comprar drones, cazas, blindados o fragatas no es acudir al mercado a por salchichas de Fráncfort, aunque algunos medios y periodistas lo tratan como tal. Así, en el diario de referencia español, El País, se podía leer lo siguiente:

Retomando lo esencial: ¿De verdad sustituyen a la ministra de Defensa porque todavía no ha decidido qué comprar cuando ella lo máximo que hace, como la mayoría de los ministros de Defensa europeos, que no tienen ni idea del asunto, es comprar lo que le digan u obliguen?

«El proceso para comprar los nuevos aviones, drones y equipamiento para los soldados apenas ha empezado a esbozarse 10 meses después. Con un conflicto armado a menos de dos horas de vuelo de Berlín, la parsimonia funcionarial alemana ha dejado de ser aceptable».

Lo de «a menos de dos horas de vuelo de Berlín», mola, queda logrado, pero para asustar al personal creo que a estas alturas se necesita algo más. Yo recomendaría para la siguiente algo así como «a menos de diez minutos del desastre nuclear». Pero, retomando lo esencial: ¿De verdad sustituyen a la ministra de Defensa porque todavía no ha decidido qué comprar cuando ella lo máximo que hace, como la mayoría de los ministros de Defensa europeos, que no tienen ni idea del asunto, es comprar lo que le digan u obliguen? ¿O se piensa alguien que Margarita Robles es una experta que decide lo que hay que comprar para el Ejército español?

En segundo lugar, existe una cuestión mucho más compleja. Las enormes presiones que los medios de comunicación occidentales y los países y élites de la OTAN están ejerciendo sobre Alemania para que envíe carros de combate Leopard 2 a Ucrania, o permita que estos sean enviados, pues los carros de combate alemanes sólo pueden ser exportados a terceros países, si Alemania lo autoriza.

De hecho, el Reino Unido ya ha anunciado que enviará carros de combate a Ucrania —14 Challenger 2— y las presiones de Francia, Polonia y la mayoría de los países de Europa del Este no dejan de aumentar. Todo ello cuando, este viernes, los responsables de Defensa de la OTAN, con el tutelaje del secretario de Estado norteamericano, se reunirán en la base aérea de Ramstein, en la parte occidental país germano para decidir al respecto.

A esa reunión acudirá el sustituto de Christine Lambrecht, un ministro en funciones o un alto funcionario, a saber. Pero no parece muy normal que el canciller, Olaf Scholz, no haya sido capaz de esperar al menos una semana para reemplazarla o aplazar su dimisión. Ciertamente, hay muchas piezas de esta historia que se desvelarán en el futuro, mientras tanto, centenares de ejecutivos están impacientes por el anuncio de un envío de carros de combate que aumentaría los beneficios de sus empresas, sus sueldos y sus extras.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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