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Alekséi Arestóvich: los colores de un camaleón

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Las noticias que llegan hoy desde Ucrania ya no son las promesas de la tan publicitada y tan falsa "contraofensiva". Ya no son las noticias de "todo el mundo que apoya" a su corrupto Gobierno, y ni siquiera son las de las exigencias de más dinero y más armas para "salvar los valores europeos".

Estamos presenciando una coincidencia de tres factores que confluyen, convirtiéndose en la peor pesadilla para el régimen de Kiev. El primero es un claro y contundente fracaso militar, a pesar de las enormes inversiones militares y del mando directo de oficiales de la OTAN sobre las tropas ucranianas. El segundo son los trágicos y peligrosísimos acontecimientos en Oriente Medio, que hacen que EE.UU. se replantee sus prioridades militares y políticas. El tercero es el creciente desgaste económico de la Unión Europea que vive unas desastrosas consecuencias por su ruptura económica con Rusia, sus gastos para mantener a flote el gobierno nazi de Kiev y la masiva migración ucraniana.

La principal noticia desde Ucrania hoy es otra. Su nombre es Alekséi Arestóvich. Él es uno de los personajes más mediáticos del bestiario político ucraniano, actor, bloguero, futurólogo, propagandista y uno de los principales consejeros de la Oficina del presidente de Ucrania, que lo fue desde el 1 de diciembre de 2020 hasta el 17 de enero de este año.

En las últimas semanas, Arestóvich varias veces atacó fuertemente al Gobierno de Zelenski. En su canal de Telegram, él escribió que conscientemente mentía a los ucranianos, creándoles una "ilusión" de triunfo rápido sobre Rusia. "Creé la ilusión en aquel entonces para que pudiéramos sobrevivir. Ahora la destruyo para que sigamos sobreviviendo", explicó. Propone entregar los territorios que ahora están bajo control ruso a cambio del ingreso de Ucrania a la OTAN, para luego luchar por "la recuperación" de estos territorios a través de medios políticos. Obviamente, esto es presentado como un nuevo "plan de paz".

Sorprende que no es la primera vez que Arestóvich reconoce públicamente una de sus mentiras. En 2017, él escribió en Facebook que "mintió a partir de la primavera del 2014" aumentando las cifras de heridos en ambos lados (en el conflicto civil ucraniano después del golpe de Maidán), haciendo así "propaganda" para crear "el espíritu patriótico", "para desacreditar a Rusia", para unir a la población "en torno de lo heróico", "pues así a Ucrania le esperan perspectivas brillantes".

Actor como Zelenski, Arestóvich llegó a ser parte de su equipo después de que ganara las elecciones presidenciales en 2019. Lo extraño no es la invitación de un mentiroso al Gobierno ucraniano, más bien sería raro si se hubiera quedado cesante. Lo extraño, mejor dicho, lo trágico, es que la gente aún le cree.

Mientras el presidente Zelenski rápidamente está perdiendo el apoyo dentro de Ucrania y los "aliados" occidentales están enviando contundentes señales de su insatisfacción con su desempeño, se habla cada vez más del relevo del actual jefe de Estado ucraniano tratando de adivinar las posibles candidaturas para el cargo. Aparte de la candidatura del comandante en jefe, Valeri Zaluzhny, se habla de Alekséi Arestóvich como un posible presidenciable. Además es sabido que este personaje nunca ha escondido sus ambiciones políticas.

Adelantándose a los hechos, Vladímir Zelenski ya informó al mundo expectante, que las elecciones presidenciales previstas en Ucrania para marzo de 2024 no se realizarían, ya que "las prioridades del país son otras", violando así, una vez más, la Constitución de su sufrido país.  

Arestovich es indefinible políticamente porque el mismo día, con diferencia de solo unas horas, puede generar mensajes totalmente contrarios, con solo un objetivo: mantenerse en el centro de la noticia. Sus planteamientos extremadamente nacionalistas y agresivos, de repente, se reemplazan por un discurso muy conciliador y razonable. Un discurso para poder aparentar ser un verdadero adversario político del Gobierno de Zelenski.

Suma a favor de Arestóvich que además es uno de los pocos políticos ucranianos que no tiene ningún problema para hablar en ruso, lo que lo hace llegar hasta todo el mundo rusoparlante. Al ser un político extremadamente mediático y con una especie de carisma de charlatán o encantador de serpientes, ninguna de sus apariciones públicas pasa desapercibida.

Tal vez sea parte del circo que un pueblo desesperado necesita, pero a pesar de todo, ahora él encabeza el anti-rating de los presidenciables ucranianos. Al parecer, todo el mundo disfruta de su 'show', pero nadie le cree. Eso es por lo menos lo que trata de mostrar la prensa ucraniana o, al menos, es lo que quieren que pensemos.

Acordémonos que hace solo unos años, cuando el cómico Vladímir Zelenski apareció como candidato a la presidencia de Ucrania, a la mayoría les pareció un chiste. Un pueblo manipulado y desesperado en general no suele tener un buen sentido del humor. Cuando un candidato va a ser la próxima marioneta del Gobierno de EE.UU., debe ser aprobado lógicamente por ellos y, de inmediato, empieza un serio trabajo mediático de creación de hologramas de líderes que serán parecidos al del sueño de los pueblos dormidos y que le sirva al imperio.

Para Ucrania este circo democrático es algo relativamente novedoso, pero América Latina lleva siglos siendo víctima de los poderes extranjeros que experimentan con todo tipo de populismos y de espejismos. Hablando de la historia reciente, tenemos ejemplos actuales desde Gabriel Boric en Chile con la falsa imagen de "izquierda" hasta el "anarcocapitalista" Javier Miley en Argentina, construyendo así una realidad que supera cualquier locura o fantasía de los escritores de ciencia ficción.

Lo importante de Alekséi Arestóvich es que no es ni interesante ni importante. Es un absurdo creado para el público idiotizado por un poder que usa los medios de comunicación como droga, generando la dependencia y las ilusiones. Es un diagnóstico. Es un candado para que el pueblo nunca se organice.

De este modo, en Ucrania, según las leyes de género, tras un breve intermedio informativo asociado a la distracción de la prensa sobre Medio Oriente, el nuevo acto de su tragedia será presentado con el cambio del actor principal. Los dueños del negocio pronto tendrán que elegir entre Arestóvich, Zaluzhny u otro.

Creo que no vale la pena perder tiempo ni quemar neuronas tratando de entender las sutilezas o variedades de las diferencias de algo que fue lanzado al mercado mediático con un mismo propósito. Sabemos bien que todo el espacio político actual de Ucrania es un campo completamente limpiado por la CIA, donde no hay lugar ni posibilidades para ningún brote de algo diferente a la misión colonial asignada al país.

Después de Zelenski, en el poder ucraniano no cambiará nada. Este poder es un parásito que por su propia naturaleza no puede por sí solo, ni desaparecer ni soltar su presa. Ahora viene su reemplazo, un Arestóvich de cualquier apellido. Si las sustancias le han dejado algún vestigio de lógica en el cerebro del actual presidente ucraniano, ahora mismo debería estar en una sala de cirugía plástica, estudiando mapas de lejanas islas inexploradas.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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