Protestas en España por el gasto de la visita papal
La llegada del Papa Benedicto XVI a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ha agudizado la indignación popular con la política social de Madrid. Aunque el Gobierno promete ganancias millonarias del evento, miles de jóvenes y activistas de diferentes movimientos salen a la calle en protesta.
La visita papa en suelo español ha provocado que más de un millón de personas hayan acudido a la capital para presenciar un evento que se calcula habría costado unos 50 millones de euros pero, estiman, dejará el doble de ganancias para el país. No obstante, muchos ciudadanos no confían en estas cifras y recuerdan que el momento de grave crisis económica que atraviesa la nación, con un desempleo del 20%, no es el más adecuado para solventar los gastos de la visita del Pontífice.
"Están los políticos diciéndonos que no hay presupuesto, que hay que recortar gastos sociales importantísimos como sanidad, educación, gastos sociales… eso es lo primario para nosotros, para mí. Estamos viendo por todos los lados, cualquiera lo ve, hasta el más ciego lo ve, que se están gastando una millonada en esta visita", dijo Miguel Ángel, uno de los 'indignados' y activista del movimiento 15-M.
Por esta razón, miles de personas protestan por los privilegios concedidos al Papa y a los peregrinos como, por ejemplo, las tarifas reducidas en el transporte público y los precios especiales en distintos establecimientos.
"Decir a la ciudadanía española y de todo el mundo que en España no solamente hay católicos, también hay personas que tenemos diferentes convicciones, diferentes creencias, y que luchamos por la consecución de un Estado laico. Queremos que la aconfesionalidad que marca nuestra Constitución sea un hecho, y la Iglesia católica deje de tener los enormes privilegios que tiene", consideró Francisco Delgado, presidente de Europa Laica.
Estas manifestaciones han sido secundadas por organizaciones laicas, ateas, cristianas progresistas, de izquierdas y de homosexuales, y también por simpatizantes del movimiento 15-M.
Uno de los objetivos de la visita a Madrid de Benedicto XVI es intentar atraer a los jóvenes a la doctrina de la Iglesia católica. Pero parece ser que gran parte de la población española ha recibido la llegada del Papa con bastante indiferencia. Pese a los cánticos y rezos que se repiten por la ciudad estos días, la juventud española en general está lejos del fervor religioso que muestran los participantes en la Jornada.
"Pues me parece indiferente", dijo David García, turista en Madrid. "Más bien un poco incordio, porque a nosotros que estamos de visita y hemos venido a ver museos nos está impidiendo llegar a las estaciones donde tenemos que bajarnos para las actividades que queremos hacer, con lo cual me está pareciendo un poco incordio”, explicó David.
Y es que el mayor enemigo de la Iglesia en España hoy en día no es el laicismo, sino la indiferencia, porque los jóvenes afirman sentirse cada vez menos reflejados en los mensajes de esta institución. "La gente joven y la gente de cierta edad, adolescentes y gente de treinta y tantos, prácticamente no está en las iglesias, no está. Cada vez hay más gente que se casa por lo civil, cada vez hay más gente que deja a los curas a un lado", dijo Rafael Egido, especialista del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Madrid.
A pesar de todo esto, la repercusión mundial de esta jornada y el apoyo público e institucional que ha tenido es innegable. Será por lo mismo, que los partidos políticos que en algún momento han incluido el laicismo en sus programas y plataformas electorales, junto con asociaciones anticlericales, han aprovechado la situación para intensificar sus ataques contra el clero y la religión, buscando anexar adeptos y nuevos votos de cara a las próximas elecciones generales.