El núcleo de la Tierra gira más despacio de lo pensado, pero ¡se mueve!
Los científicos afirman que por primera vez lograron medir correctamente cuán rápido gira el núcleo de nuestro planeta en comparación con el resto de la Tierra. Según los nuevos cálculos, el núcleo interno adelanta el resto del planeta a un grado en un millón de años.
El núcleo de la Tierra es su esfera central, la más interna de las que conforman la estructura del planeta. Consta de núcleo interno sólido, que está integrado en un 70% de hierro, tiene el radio de unos 1.200 kilómetros y se queda a la profundidad de unos 5.200 kilómetros, y el núcleo externo es líquido. Según las ideas modernas, el núcleo interno terrestre va creciendo muy lentamente al absorber el hierro fundido del núcleo externo líquido, aproximadamente 1 milímetro al año.
Los científicos afirman que el núcleo interno puede ser convencionalmente dividido en dos hemisferios, que poseen diferentes propiedades. El hemisferio oriental tiene la velocidad de la propagación de las ondas sísmicas mucho más alta que el hemisferio occidental. Este rasgo recientemente lo explicaron los científicos franceses, al proponer un modelo, en el que el núcleo interno se solidifica en el oeste y se funde en el este, es decir, la parte oriental lentamente se abate, y la parte occidental acumula más hierro.
Estas evidencias sugieren que el núcleo interno de la Tierra podría rotar ligeramente más rápido que el resto del planeta. En 1996 un grupo de geofísicos anunció que, de acuerdo con sus cálculos, el núcleo interno de la Tierra rota en dirección oeste a este aproximadamente un grado por año más rápido que la rotación de la superficie; de acuerdo con esta hipótesis, el núcleo hace una rotación extra aproximadamente cada 400 años.
Según los científicos, estos resultados, teniendo en cuenta lo lento que crece el núcleo interno, no corresponden a la división del mismo a dos hemisferios, porque en este caso no habría habido tiempo suficiente para que las diferencias se quedaran estampadas, o, como lo denominan los físicos, "congeladas" en la estructura.
Los especialistas de Cambridge derivaron la velocidad del giro a base de la evolución de la estructura de los hemisferios. Para su estudio, utilizaron los datos sobre las ondas sísmicas que atraviesan el núcleo interno y compararon su tiempo de viaje con el de las ondas que se reflejan en la superficie del núcleo. De esta manera analizaron la estructura de la capa superior del núcleo interno de unos 90 kilómetros de profundidad. Resultó que los límites convencionales de los hemisferios se desplazan a medida que se avanza hacia adentro. Los índices de esta dislocación ayudaron a calcular la diferencia del giro del núcleo interno en comparación con el resto del planeta. Aproximadamente se acumula un grado más durante un millón de años.
El núcleo interno causa un efecto importante en la superficie del planeta. A medida de que el núcleo interno va creciendo, los flujos del calor que se liberan durante su solidificación, generan el campo geomagnético, que protege a la superficie de la Tierra de la radiación solar.