Actualidad
La deportación de indocumentados en EE.UU. amenaza el crecimiento económico nacional
La Ley de Reforma Migratoria parece estar cada vez más cerca en EE.UU., pero mientras los legisladores debaten, continúan las deportaciones y muchas compañías se quedan vacías de trabajadores.
En plena recuperación económica Estados Unidos no puede permitirse dar un paso atrás. El temor a los posibles cierres de fábricas y empresas en todos los sectores parece haber encendido las alarmas y los indocumentados parece que se han convertido en una especie de seguro de vida para el país.
La opinión pública estadounidense respalda esta reforma y el aumento del voto latino dificulta la posibilidad de que cualquier partido que no la apoye pueda ganar unas elecciones. Estos dos factores parecen haber encendido la luz al final del túnel para los millones de indocumentados que esperan ansiosos poder salir de la sombra. Sin embargo, algunos creen que el precio que pagan los inmigrantes ilegales en su lucha por la legitimidad ya es demasiado caro.
"Los blancos tienen el poder, lo saben y por eso discriminan a los latinos, afros, etc. Muchos están en las cárceles por nada, les empujan a las prisiones. Es el sistema y cultura de discriminación racial dirigida contra los indocumentados", sostiene Joaquín Cienfuegos, organizador comunitario.
Otro problema a tener en cuenta son los lazos familiares y las reglas migratorias que los rompen. Según un estudio publicado por la Universidad de Arizona, más de la mitad de los deportados entrevistados indicaron tener al menos un familiar que es ciudadano estadounidense, mientras que casi una cuarta parte dijo tener un hijo nacido en el país.
Por otro lado, la agricultura en el país también se ve afectada, como es el caso de California y de otros estados, que ha entrado en crisis debido al déficit de trabajadores indocumentados. Los expertos advierten que sin un proyecto migratorio integral otros sectores de la economía estadounidense se arriesgan a correr la misma suerte.
"Todas las áreas donde hay tareas tradicionales que han desarrollado los trabajadores indocumentados como la jardinería, la atención en hoteles o participar en el trabajo de las fábricas se verían afectadas por la falta de mano de obra si no se pasa a una reforma migratoria integral", dice Prieto Zartha, director editorial de 'Que Pasa Mi Gente'.
La opinión pública estadounidense respalda esta reforma y el aumento del voto latino dificulta la posibilidad de que cualquier partido que no la apoye pueda ganar unas elecciones. Estos dos factores parecen haber encendido la luz al final del túnel para los millones de indocumentados que esperan ansiosos poder salir de la sombra. Sin embargo, algunos creen que el precio que pagan los inmigrantes ilegales en su lucha por la legitimidad ya es demasiado caro.
"Los blancos tienen el poder, lo saben y por eso discriminan a los latinos, afros, etc. Muchos están en las cárceles por nada, les empujan a las prisiones. Es el sistema y cultura de discriminación racial dirigida contra los indocumentados", sostiene Joaquín Cienfuegos, organizador comunitario.
Otro problema a tener en cuenta son los lazos familiares y las reglas migratorias que los rompen. Según un estudio publicado por la Universidad de Arizona, más de la mitad de los deportados entrevistados indicaron tener al menos un familiar que es ciudadano estadounidense, mientras que casi una cuarta parte dijo tener un hijo nacido en el país.
Por otro lado, la agricultura en el país también se ve afectada, como es el caso de California y de otros estados, que ha entrado en crisis debido al déficit de trabajadores indocumentados. Los expertos advierten que sin un proyecto migratorio integral otros sectores de la economía estadounidense se arriesgan a correr la misma suerte.
"Todas las áreas donde hay tareas tradicionales que han desarrollado los trabajadores indocumentados como la jardinería, la atención en hoteles o participar en el trabajo de las fábricas se verían afectadas por la falta de mano de obra si no se pasa a una reforma migratoria integral", dice Prieto Zartha, director editorial de 'Que Pasa Mi Gente'.
comentarios