Caso Assange: la mano invisible de EE.UU. se cierne sobre Londres
“EE.UU. no es ajeno a esto para nada […] En este momento más bien se parece a una estrategia bastante evidente que consiste en dejar que los acontecimientos se desarrollen y que las tensiones se desaten en otro terreno hasta que haya una solución favorable a su posición tradicional, que es la de permitir ningún tipo de violentación a su política exterior que es lo que ocurrió con WikiLeaks”, asegura a RT Orlando Pérez, director del diario 'El Telégrafo'.
“Al mismo tiempo, me parece que EE.UU. ejerce una presión silenciosa con respecto a Suecia e Inglaterra. Creo que es también una actitud que puede en algún momento determinado, según se resuelve este conflicto, asumir una posición un poco más transparente”, agrega.
Después de que Ecuador decidiera este jueves conceder asilo diplomático a Assange, el Departamento de Estado de EE.UU. declaró que no tiene intención de "perseguir" al fundador de WikiLeaks, y no presiona a Reino Unido para su posible extradición a EE.UU.
"Este es un asunto entre los países implicados, y no estamos planeando meternos", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Al mismo tiempo, Nuland se negó a hablar sobre la actitud del gobierno de EE.UU. en relación a las actividades de Assange y WikiLeaks. "No voy a entrar en detalles sobre sus actividades lícitas o ilícitas antes de que decidiera refugiarse en el edificio de la Embajada de Ecuador", dijo la portavoz del Departamento de Estado.