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La Cruz Roja suspende sus operaciones en Libia
La Cruz Roja Internacional ha comunicado que suspende sus actividades en dos ciudades libias, Misurata y Bengasi. Detalla que la medida es temporal, pero no ha adelantado ninguna fecha en la que pudiera renovar sus operaciones.
La decisión se debe al ataque en contra de la sede de la organización en Misurata, una de las localidades más violentas del país desde que empezó la guerra, debido a las discrepancias permanentes entre las diferentes tribus que se disputan el control sobre la ciudad. La institución detalla que un grupo de desconocidos asaltó el 5 de agosto la instalación, usando armas pesadas, incluidos cohetes y granadas.
En el momento del ataque dentro del edificio había siete empleados de la Cruz Roja. "El último ataque podría haber tenido muy graves consecuencias para nuestros colegas", estimó Ishfaq Mohammed Khan, responsable del Comité Internacional de la Cruz Roja en Libia. Afortunadamente, nadie resultó herido. Sin embargo, el edificio se quedó gravemente dañado.
Fue la quinta vez en menos de tres meses que una residencia de la Cruz Roja en Misurata y Bengasi había sido atacada. “En estas circunstancias, nos vemos obligados a anunciar, con mucho disgusto, que suspendemos todas nuestras actividades en Misurata y Bengasi y redirigimos temporalmente a nuestros delegados en estas ciudades a otros destinos”, comunicó Khan.
“Estamos horrorizados con este último acto y con ‘la caza’ deliberada de nuestro personal: ellos han puesto sus vidas en riesgo para servir al pueblo libio, tanto durante como después del conflicto”, añadió.
Desde que el ex líder libio, el coronel Muammar Gaddafi, perdió la vida, y el Consejo de Transición asumió el poder, en el país no han cesado los enfrentamientos violentos entre diferentes grupos opositores que compiten por las zonas de influencia. Los primeros comicios parlamentarios democráticos celebrados hace un mes tampoco cambiaron mucho la situación.
En el momento del ataque dentro del edificio había siete empleados de la Cruz Roja. "El último ataque podría haber tenido muy graves consecuencias para nuestros colegas", estimó Ishfaq Mohammed Khan, responsable del Comité Internacional de la Cruz Roja en Libia. Afortunadamente, nadie resultó herido. Sin embargo, el edificio se quedó gravemente dañado.
Fue la quinta vez en menos de tres meses que una residencia de la Cruz Roja en Misurata y Bengasi había sido atacada. “En estas circunstancias, nos vemos obligados a anunciar, con mucho disgusto, que suspendemos todas nuestras actividades en Misurata y Bengasi y redirigimos temporalmente a nuestros delegados en estas ciudades a otros destinos”, comunicó Khan.
“Estamos horrorizados con este último acto y con ‘la caza’ deliberada de nuestro personal: ellos han puesto sus vidas en riesgo para servir al pueblo libio, tanto durante como después del conflicto”, añadió.
Desde que el ex líder libio, el coronel Muammar Gaddafi, perdió la vida, y el Consejo de Transición asumió el poder, en el país no han cesado los enfrentamientos violentos entre diferentes grupos opositores que compiten por las zonas de influencia. Los primeros comicios parlamentarios democráticos celebrados hace un mes tampoco cambiaron mucho la situación.
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