El Ejército sirio enseña los dientes a EE.UU.
La primera jornada de maniobras, en la que el Ejército sirio simuló repeler un ataque repentino desde el mar, resultó se un éxito, ya que, según los propios militares, todos los objetivos fueron abatidos.
El ejercicio fue supervisado por el comandante en jefe del Ejército y de las Fuerzas Armadas y el ministro de Defensa, el general Daud Rajha, que estuvo acompañado por altos cargos del Ejército y de las Fuerzas Armadas.
El general Rajha elogió el alto nivel de preparación de las fuerzas navales para defender las costas de Siria de cualquier posible agresión.
Las maniobras militares se prolongarán durante varios días e involucrarán a las fuerzas militares terrestres, marítimas y aéreas con el fin de poner a prueba la capacidad de combate del Ejército de Siria.
Clinton augura el colapso de Siria
Mientras tanto, la Secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, que se encuentra de visita en Japón, advirtió que el Estado sirio podría colapsar, y dijo que el reconocimiento por la ONU del fracaso del plan de Annan “debe ser una llamada de atención para todos".
Clinton precisó que el mes pasado fue el más mortífero para el pueblo sirio en los 16 meses que dura ya el conflicto. Según la jefa de la diplomacia estadounidense, la oposición siria "es cada vez más eficaz a la hora de defenderse a sí misma y de intervenir contra el Ejército sirio."
Clinton instó al régimen de Assad a reconocer que “sus días están contados”, y sostuvo que "aún existe la oportunidad de salvar al estado sirio del ataque catastrófico", que -dijo- "sería muy peligroso no sólo para Siria, sino para toda la región".
En la tercera conferencia de los Amigos de Siria, celebrada en París, la titular del Departamento de Estado de EE.UU. declaró que "Rusia y China deben pagar por apoyar el régimen de Assad", cuyas acciones -dijo- son “intolerables”.
Moscú reaccionó a las críticas de Clinton por boca del viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov, que dijo que “Occidente sigue argumentando con conceptos como 'nuestro' y 'ajeno' o 'quien es cliente de quién’', etc"; una terminología que -dijo- "debe quedar en el pasado”.