El destino de la política británica está en manos femeninas
A medida que se acercan las elecciones legislativas en el Reino Unido, las esposas de los candidatos se pronuncian para prestarles un devoto apoyo.
La esposa del primer ministro Gordon Brown, Sarah Brown, confió en una entrevista que se publicó el martes en Gran Bretaña, que 'sueña' con una copa de vino y dormir toda una mañana una vez hayan terminado las elecciones del jueves.
Sarah Brown, ex responsable de relaciones públicas, defendió también a su marido tras su resbalón filmado por la televisión, la semana pasada, en Rochdale, en el noroeste de Inglaterra. Brown calificó de 'especie de sectaria' a una mujer jubilada, con la que acababa de dialogar habiendo olvidado apagar el micrófono.
Su esposa comentó la situación de una manera favorable para el primer ministro. "Se supone que es un hombre muy duro, pero este tipo de cosas le afectan profundamente, estaba realmente inquieto por lo que esta mujer pudo sentir", dijo, agregando que "es un apasionado, su energía es mucho más positiva que lo que se cree. Es muy bueno para entender temas realmente amplios, de una manera sorprendente", explicó Sarah Brown.
Sarah, de 46, procedente de la clase media, socia fundadora de una empresa de relaciones públicas, conoció al que tiempo después sería su marido a principios de los noventa, y se casó con él (en aquel entonces ministro de Hacienda) en el 2000. Una año después sufrió un parto prematuro y dio a la luz a su primera hija Jennifer Jane, que murió cuando tenía sólo 10 días de edad. En 2003 nació su hijo John, y en 2006, el segundo, James Fraser, a quién le diagnosticaron una fibrosis quística, situación que ha motivado e implicado para que sea la patrocinadora de varias organizaciones de beneficiencia.
Según los últimos sondeos, el candidato conservador David Cameron es el favorito de esta convocatoria electoral. Su esposa Samantha Cameron también interviene en los medios de comunicación durante la campaña.
En una reciente entrevista televisiva Samantha pintó un atractivo retrato del hombre quien, como ella, espera podría ser el próximo líder de Gran Bretaña, subrayando su pasión por la política. También en otra ocasión, en la revista femenina Grazia la esposa del candidato confesó que la campaña electoral hizo sus relaciones más estrechas.
Samantha Gwendoline Cameron (nacida Sheffield, 18 Abril 1971) es la directora creativa de la compañía Smythson de papelería de lujo. Su pasado aristocrático de la nobleza británica incluye al Rey Carlos II de Inglaterra. Durante sus estudios del arte en la Universidad del Oeste de Inglaterra conoció a David Cameron, quien también cuenta con un rey británico entre sus antecedentes, a través de su hermana.
En 1996 se casaron. Tuvieron tres hijos: Ivan Reginald Ian, Nancy Gwen y Arthur Elwen. Ivan padeció de una parálisis cerebral y epilepsia y murió cuando tenía 6 años. En el marzo de 2010 la prensa informó que Samantha Cameron está esperando al cuarto hijo, el cual nacerá en septiembre.
La esposa del tercer candidato, Nick Clegg, el líder de los Demócratas Liberales, al contrario de sus otras 'colegas', no ha dejado a un lado su trabajo para acompañar a su marido durante la campaña, aunque cuenta con su férreo apoyo. “Si Nick fuera primer ministro y yo tuviera que dejar mi empleo, lo haría”, confesó en una entrevista al rotativo español 20 minutos.
Miriam González Durántez, reputada abogada, socia del prestigioso bufete DLA Piper, nació en España, en la ciudad de Olmedo, en la provincia de Valladolid. Su padre, José Antonio González, fue alcalde durante dos décadas y senador, así que conoce la política desde la niñez.
La pareja 'multinacional' (el abuelo de propio Nick Clegg fue el noble ruso Ignaty Zakrevsky, procurador general del Senado en la Rusia Imperial, quien emigró de su patria tras la revolución), se conocieron cuando ambos acudieron a los estudios de posgrado en Brujas, Bélgica. Se casaron en 2000 y tienen tres hijos con nombres españoles: Antonio, Alberto y Miguel. A menudo visitan España, sobre todo en vacaciones. Miriam, siendo española, no tiene derecho a votar en los generales en el Reino Unido, pero espera que, según sus palabras, “con la ayuda que le estoy dando compense ese voto”.