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Siria pide a la ONU que investigue una masacre cometida por los rebeldes
La cancillería de Siria ha informado a las Naciones Unidas de la matanza de al menos 123 personas cerca de la ciudad de Alepo de la que responsabiliza a un grupo de rebeldes vinculado con Al Qaeda.
En un comunicado enviado al Consejo de Segurdad de la ONU, Damasco pide que se investigue la masacre cometida en la localidad de Khan al-Assal, a 20 kilómetros al oeste de la ciudad de Alepo.
La mayoría de los asesinados son civiles. Las autoridades sirias denuncian que los terroristas "mutilaron los cuerpos de sus víctimas y los tiraron por un barranco", además de quemar los órganos de algunos cadáveres, según la agencia SANA. Los supuestos responsables de la masacre son los miembros del grupo rebelde Brigada Ansar al-Khalafa al-Islamiya (que puede traducirse del árabe como 'partidarios del califato islámico') relacionados "técnica e ideológicamente" con Al Qaeda.
Un día antes, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, informó que los combatientes de esa misma Brigada acabaron con la vida de 150 soldados en una batalla por el control de esa misma zona estratégica del noroeste de Siria.
Damasco subraya que los países que apoyan a los grupos armados antigubernamentales en Siria, tienen parte de responsabilidad. "El doble rasero de algunos miembros permanentes del Consejo de Seguridad pone en cuestión la realización de sus compromisos para la lucha contra el terrorismo", según el comunicado sirio.
Desde el inicio de la guerra en Siria, en marzo de 2011, el número de víctimas mortales ha alcanzado las 100.000 personas, de acuerdo con los datos más recientes de la ONU.
La mayoría de los asesinados son civiles. Las autoridades sirias denuncian que los terroristas "mutilaron los cuerpos de sus víctimas y los tiraron por un barranco", además de quemar los órganos de algunos cadáveres, según la agencia SANA. Los supuestos responsables de la masacre son los miembros del grupo rebelde Brigada Ansar al-Khalafa al-Islamiya (que puede traducirse del árabe como 'partidarios del califato islámico') relacionados "técnica e ideológicamente" con Al Qaeda.
Un día antes, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, informó que los combatientes de esa misma Brigada acabaron con la vida de 150 soldados en una batalla por el control de esa misma zona estratégica del noroeste de Siria.
Damasco subraya que los países que apoyan a los grupos armados antigubernamentales en Siria, tienen parte de responsabilidad. "El doble rasero de algunos miembros permanentes del Consejo de Seguridad pone en cuestión la realización de sus compromisos para la lucha contra el terrorismo", según el comunicado sirio.
Desde el inicio de la guerra en Siria, en marzo de 2011, el número de víctimas mortales ha alcanzado las 100.000 personas, de acuerdo con los datos más recientes de la ONU.
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