El Gobierno del Reino Unido ha descartado la posibilidad de utilizar de forma independiente unos 8.000 millones de libras esterlinas (10.720 millones de dólares) de activos rusos congelados en bancos británicos para financiar a Ucrania, después de que la Unión Europea (UE) fracasara en acordar una decisión similar, informa Financial Times.
Si bien el primer ministro británico, Keir Starmer, ha sido uno de los defensores de la idea de utilizar los fondos rusos soberanos para financiar un préstamo al régimen de Kiev —después de que los miembros de la UE, al fracasar en llegar a un consenso, aceptaran recurrir a una nueva emisión de deuda conjunta— , Londres decidió rechazar esta iniciativa.
Se explica que tal decisión se debe a que el Reino Unido no quiere dar este paso sin la coordinación con Australia, Canadá y la UE. "No actuaremos sin socios internacionales", afirmó un portavoz del Gobierno, añadiendo que el país "seguirá colaborando estrechamente con el G7 y la UE en la financiación de Ucrania".
