La reforma fiscal impulsada por la Administración del presidente Donald Trump podría colocar a los agentes tributarios de EE.UU. en una situación insólita: revisar contenido de OnlyFans para decidir qué creadores incluyen para la exención de impuestos sobre propinas y cuáles quedan fuera por incurrir en "actividad pornográfica", según un reporte de The New York Times.
La llamada 'One Big Beautiful Bill Act', aprobada en julio, incluye el beneficio de "no impuestos sobre propinas" y enumera cerca de 70 profesiones elegibles, entre ellas "bailarines" y "creadores de contenido digital", aunque excluye expresamente cualquier trabajo de carácter pornográfico.
El problema, advierten expertos, es que el Gobierno estadounidense nunca ha definido con precisión qué constituye pornografía. Plataformas como OnlyFans albergan desde contenido explícito hasta canales de cocina, yoga o material orientado a fetiches, todos protegidos tras un muro de pago.
Ante esto, descartar automáticamente a millones de creadores no parece viable, por lo que la responsabilidad recaería en los inspectores del Servicio de Impuestos Internos, que tendrían que auditar y evaluar caso por caso el material publicado, incluso cuando se trate de contenidos sin definición clara o subjetivos.
Especialistas en impuestos señalan que, en última instancia, la decisión dependerá del criterio de un auditor o incluso de un juez tributario. La exención está limitada a 25.000 dólares y no se aplica a personas con ingresos superiores a 150.000 dólares anuales, o 300.000 en declaraciones conjuntas, aunque algunos creadores de OnlyFans superan ampliamente el millón de dólares.
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