Hegseth promete una "cultura guerrera" si se convierte en jefe del Pentágono
Pete Hegseth, que aspira a convertirse en el próximo jefe del Pentágono con el respaldo de próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido este martes durante la audiencia de confirmación en el Senado que fomentará una "cultura guerrera" en el Departamento de Defensa si llega a encabezarlo.
"Cuando el presidente [electo] Trump me eligió para este puesto, el encargo primordial que me encomendó fue devolverle la cultura guerrera al Departamento de Defensa", declaró. "Esto no es académico para mí, esto es mi vida", subrayó el veterano del Ejército que estuvo en Irak, Afganistán y Guantánamo (Cuba) sirviendo en la Guardia Nacional.
Hegseth, de 44 años, es representante de una nueva generación de veteranos de las guerras de Irak y Afganistán, y su experiencia militar se percibe ampliamente como algo positivo. Presentándose como un "agente de cambio", afirmó ante los senadores que "es hora de darle el timón a alguien con polvo en sus botas".
También dio a entender que prevalecerá la mano dura si se convierte en secretario de Defensa: "La rendición de cuentas está llegando, porque todos en esta sala saben que, si eres un fusilero y pierdes tu fusil, te echan la bronca. Pero si eres un general que pierde una guerra, te ascienden".
"Todos desde lo más alto, desde el general de más alto rango hasta el soldado raso más humilde, nos aseguraremos de que reciban un trato justo", aseveró.
Sin embargo, pese a los esfuerzos de Hegseth por centrar el discurso en su trayectoria militar, su camino hacia la jefatura del Pentágono podría verse empañado por acusaciones sobre supuestos abusos sexuales, que ha negado, o sobre consumo excesivo de alcohol, así como por un historial de declaraciones despectivas sobre las mujeres en combate y las minorías, que lo convierten en uno de los nominados más vulnerables de Trump.