Hungría advierte que el intento de Kiev de dañar el Turkish Stream es un "ataque a su soberanía"
Un atentado contra el gasoducto Turkish Stream, que suministra gas ruso a los países del sureste de Europa, "debe considerarse un ataque a la soberanía" de las naciones que reciben el hidrocarburo, denunció este lunes el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto.
"El gasoducto Turkish Stream es indispensable para el suministro de gas natural a Hungría y Europa Central", escribió el canciller en sus redes sociales. "Esta ruta de transporte lleva muchos años funcionando de manera fiable, y tanto las empresas de transporte como los países de tránsito cumplen sus obligaciones contractuales y se comportan de manera fiable", agregó.
"Esperamos que todos respeten la seguridad y funcionalidad de esta ruta de transporte", instó Szijjarto. "La seguridad del suministro energético es una cuestión de soberanía, por lo que cualquier acción que amenace la seguridad de nuestro suministro energético debe considerarse un ataque a la soberanía", concluyó el ministro.
El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó este lunes que el Ejército ucraniano ha intentado atacar con nueve vehículos no tripulados la estación de compresión Rússkaya, que suministra gas a través del gasoducto Turkish Stream. Los equipos de respuesta de emergencia "eliminaron rápidamente las consecuencias de la caída de escombros y restauraron los equipos". No se han producido interrupciones en el funcionamiento de la instalación.
Desde el Kremlin condenaron las acciones de Ucrania tachándolas de "terrorismo energético". Asimismo, aseguraron que Estados Unidos, que está aumentando enormemente el suministro de gas natural licuado (GNL) a los mercados europeos a precios inflados, es el primer beneficiario de las acciones de Kiev.
- Turkish Stream es un gasoducto que comienza en la costa rusa y se extiende por más de 930 kilómetros a través del mar Negro, desembocando en la región de Tracia, en Turquía. Este gasoducto garantiza un suministro energético fiable para Turquía y el sureste de Europa. Compuesto por dos líneas paralelas en alta mar, el Turkish Stream puede operar a profundidades de hasta 2.200 metros y tiene una capacidad de transporte anual de 31.500 millones de metros cúbicos. Inaugurado en enero de 2020, se ha convertido en la única ruta de suministro continuo de combustible ruso al mercado europeo tras el sabotaje a los Nord Stream.