Cámara de los Comunes británica aprueba polémico proyecto de expulsión de migrantes ilegales a Ruanda
Los diputados de la Cámara de los Comunes, la cámara baja del Parlamento del Reino Unido, aprobaron el miércoles en la tercera lectura un proyecto de ley para expulsar a migrantes ilegales a Ruanda, informan medios locales.
El proyecto recibió el apoyo de 320 diputados, mientras que 276 votaron en contra. El documento pasará ahora a la Cámara de los Lores (la cámara alta), que podría proponer enmiendas a la iniciativa.
Tras la votación del miércoles, el primer ministro británico, Rishi Sunak, afirmó que quiere que los vuelos a Ruanda empiecen "lo antes posible". "Lucho cada día para que salgan los vuelos a Ruanda", declaró.
Sunak también señaló, citado por medios locales, que "ahora solo hay una pregunta". "¿Intentará la oposición en la Cámara de los Lores designada frustrar la voluntad del pueblo expresada por la cámara elegida, o se pondrá de acuerdo y hará lo correcto?", cuestionó, agregando que es "así de sencillo".
Según The Guardian, ahora, hay más posibilidades de que el proyecto de ley se enmiende, en parte porque el Gobierno no tiene mayoría en la Cámara de los Lores y en parte porque "está llena de abogados que se toman especialmente en serio la salvaguarda de los derechos".
Si el proyecto se convierte en ley, los inmigrantes que lleguen al Reino Unido por rutas clandestinas podrán ser enviados a Ruanda para que se tramiten sus solicitudes de asilo.
Ruanda no puede ofrecer un "sistema de asilo accesible"
La política en cuestión, que fue calificada por sus críticos como "vergonzosa" y "una de las más perniciosas" en la historia reciente del gobernante Partido Conservador, fue anunciada en abril del año pasado, por el entonces primer ministro Boris Johnson. Sin embargo, el vuelo inicial de deportación de inmigrantes ilegales, previsto para junio del 2022, fue bloqueado por una orden judicial del Tribunal Europeo de Derechos Humanos hasta que se completen todas las instancias legales en el Reino Unido.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) participó en ese proceso y aseguró que el país africano no tiene los "componentes mínimos" de un "sistema de asilo accesible, confiable, justo y eficiente". Además, en sus presentaciones escritas ante la Justicia, expresó sus "graves preocupaciones" por la seguridad y la legalidad de esta política de deportaciones.
Sunak decidió continuar la iniciativa de su predecesor. Así, el Reino Unido pagó a Ruanda 240 millones de libras esterlinas (más de 300 millones de dólares) para que acoja a los migrantes ilegales que pretende deportar en el marco del pacto entre ambos países, y prevé transferir otros 50 millones de libras esterlinas (más de 60 millones de dólares).
Por su parte, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, aseguró estar dispuesto a devolver al Reino Unido el dinero recibido por su Gobierno. Kagame declaró que la suma ya transferida por Londres "se utilizará en aquellas personas que lleguen" al país africano. "Si no vienen, podemos devolver el dinero", afirmó.