El líder de la ultraderecha española dice que a Sánchez "el pueblo querrá colgarlo de los pies"

Las declaraciones del líder del partido de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, a Clarín, durante su asistencia a la toma de posesión de Javier Milei como nuevo presidente de Argentina, han provocado un nuevo encontronazo entre los dos principales partidos españoles: el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP).

"Pedro Sánchez no es astuto y hábil como la gente piensa. Un político que no tiene escrúpulos tiene una ventaja competitiva sobre los políticos honrados", dijo Abascal en una entrevista en la que también afirmó sobre el mandatario español: "Habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo por los pies", en alusión al final del dictador italiano Benito Mussolini.

Estas polémicas palabras han sido respondidas por varios ministros del Gobierno de España, para quienes el líder de extrema derecha también tuvo palabras en la entrevista: "Yo no sé si llamarles zurdos de mierda, si llamarles canallas o cómo calificarlos".

Uno de los primeros en dar réplica fue el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de España, Félix Bolaños: "A todo incidente de odio le precede un discurso que legitima esa violencia. Hace tiempo que Vox traspasó líneas rojas. ¿Algo que decir, Núñez Feijóo, Partido Popular?", escribió en la red social X para interpelar al líder de la oposición y presidente del PP.

No fue el único miembro del Consejo de Ministros en dirigirse a Núñez Feijóo y en afearle sus pactos con Vox, formación a la que ha dado entrada en varios Gobiernos regionales. "La violencia es lo contrario de la democracia. Un demócrata sólo puede condenar semejante barbaridad. El PP estaba dispuesto a hacer vicepresidente a Abascal. Feijóo no puede ponerse de perfil. Esperamos su condena sin excusas. El silencio es complicidad", afirmó la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría.

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, también socialista, sostuvo: "Es intolerable que se incite a la violencia contra nadie. Y más aún si estamos hablando de la segunda autoridad del Estado".

La mañana de este lunes, el presidente del PP se ha pronunciado sobre las palabras de Abascal en una entrevista televisada: "No solamente son condenables, sino que no tenemos nada que ver con este tipo de pronunciamientos, las lamentamos profundamente", afirmó Núñez Feijóo, si bien apuntó de que se trata de "un gran juego a la estrategia de Sánchez y del Partido Socialista de dividir a España a través de un muro".

Sin embargo, las críticas han seguido llegando. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a su llegada al Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), en Bruselas, afirmó que "ese tipo de lenguaje, en el que un dirigente político incita a la violencia y esparce un discurso de odio, que no hace más que polarizar y dividir a la sociedad española", no se oía en el país desde hace muchas décadas, en referencia al periodo franquista.

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También desde el partido socio de los socialistas en el Gobierno, Sumar, se han condenado las declaraciones del líder de Vox. Así, el portavoz de la formación y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en una rueda de prensa dijo que quien fomenta la violencia "no puede seguir ni un minuto más" al frente de instituciones, en referencia a los Gobiernos regionales de los que forma parte el partido ultra.

"La gran responsabilidad, y lo volvemos a decir, es del PP. Porque es el PP, abriéndole las puertas a Vox en las instituciones, el que blanquea este tipo de declaraciones", destacó Urtasun, que ha pedido a los 'populares' que rompan todos los acuerdos que mantienen con Vox en Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.

Por parte de Vox, la respuesta a las críticas recibidas llegó del secretario de Organización de la formación ultra, Ignacio Garriga, quien, en rueda de prensa respaldó a su líder: "El señor Abascal ha recordado la suerte de muchos dictadores y a eso algunos lo llaman odio, pero eso no es odio, eso es historia", espetó.