El rey Felipe VI propone al conservador Núñez Feijóo para la formación de Gobierno en España
El rey Felipe VI propuso este martes al derechista Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura en España, según le ha comunicado la Casa Real a la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
El monarca tomó esa decisión al finalizar la ronda de consultas con los partidos políticos tras las elecciones del pasado 23 de julio, que dejaron un escenario muy complejo para la formación de gobierno.
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— RTVE Noticias (@rtvenoticias) August 22, 2023
La investidura, sin embargo, tiene escasas posibilidades de prosperar, porque el PP, que ganó las elecciones, cuenta por ahora con sus 172 votos a favor de los 176 necesarios: los de su partido más los del ultraderechista Vox y otros dos pequeñas formaciones regionales conservadoras, UPN y Coalición Canaria.
Pero en contra tiene 178, los del socialista PSOE, del presidente Pedro Sánchez, la coalición progresista Sumar y los partidos nacionalistas e independentistas catalanes, vascos y gallegos.
"Una costumbre"
En su comunicado, la Casa Real recuerda que el PP fue "el grupo político que ha obtenido mayor número de escaños", 137, frente a los 121 del PSOE.
"Conviene señalar que, salvo en la Legislatura XI, en todas las elecciones generales celebradas desde la entrada en vigor de la Constitución, el candidato del grupo político que ha obtenido el mayor número de escaños ha sido el primero en ser propuesto por Su Majestad el Rey como candidato a la Presidencia del Gobierno. Esta práctica se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una costumbre", señala.
La sesión de investidura se desarrollará en dos días en los que el candidato deberá exponer su proyecto de Gobierno y pedir el apoyo de la Cámara. Para obtener su respaldo deberá alcanzar mayoría absoluta, al menos 176 escaños. Si no fuera así, la votación se repetiría 48 horas después y entonces solo sería necesaria una mayoría simple, es decir, más síes que noes.
Si el candidato no obtiene la confianza de la Cámara, se tramitarán sucesivas propuestas siguiendo el mismo procedimiento, para lo cual existe el plazo tasado de dos meses desde la primera votación de investidura. Transcurrido ese período sin que ningún aspirante lograse la luz verde del Hemiciclo, se procedería a la disolución del Parlamento y a la convocatoria de nuevas elecciones 47 días después.