El riesgo país de Ecuador subió a los 2.018 puntos el miércoles 2 de agosto, según los datos publicados este jueves por el Banco Central del país suramericano (BCE).
Se trata de un incremento de 47 puntos respecto a la jornada previa, puesto que el martes el riesgo país, índice que mide las posibilidades de pago de deuda que puede tener una nación, se encontraba en 1.971 puntos.
Los 2.018 puntos es la cifra más alta desde septiembre de 2020, cuando el índice llegó a las 2.852 unidades, previo a un acuerdo en la renegociación de la deuda con tenedores de bonos durante la administración del expresidente Lenín Moreno.
El riesgo país de Ecuador superó al de Argentina y es el segundo más alto de todo América Latina (Venezuela no aparece en el cuadro). pic.twitter.com/CbvzFv6SsM
— Juan Pablo Álvarez (@JPAperiodista) August 3, 2023
Así, Ecuador cerró el miércoles como la segunda nación de América Latina con el riesgo país más alto, solo detrás de Venezuela (39.261 puntos), y por encima de Argentina (2.009 puntos), que está en tercero, según datos de Bloomberg.
Incertidumbre
El ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Pablo Arosemena, achaca el aumento del riesgo país a la incertidumbre por las elecciones presidenciales y legislativas anticipadas en el país suramericano, que se llevarán a cabo el próximo 20 de agosto.
Esos comicios fueron convocados después de que el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, decretara muerte cruzada en mayo pasado y con ello disolviera a la Asamblea Nacional.
De acuerdo con Arosemena, según declaró en entrevista con Radio Sucesos, "el mercado internacional castiga al Ecuador", intuyendo que quienes ganen en los comicios "pudieran ser personas que tengan ideas del tipo de hacer 'default', es decir, de declararse locos y no pagar las acreencias externas que tiene el Ecuador".
"Este es el temor de los mercados. Los mercados la preocupación que tienen es que quien venga no le vaya a pagar los financiamientos que le han dado al país", añadió.
Alberto Acosta-Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, afirmó, a través de su cuenta en Twitter (ahora 'X'), que el aumento del riesgo país se debe a cuatro factores. Además de la incertidumbre política por los comicios, sumó el posible cierre del petrolero Bloque 43-ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini), que dependerá de los resultados de una consulta popular, también prevista para el 20 de agosto, en la que los ecuatorianos decidirán si se continúa con la explotación en esa área, ubicada en el Parque Nacional Yasuní. De cerrarse, dice el analista, se reducirá en 1.200 millones de dólares anuales los ingresos fiscales.
Los otros dos factores, según Acosta-Burneo, son los riesgos por el fenómeno climático de El Niño y que siguen subiendo las tasas de interés a nivel internacional, afectando a países con alto endeudamiento, como es el caso de Ecuador.
El alto riesgo país se da, curiosamente, pese a que los precios del West Texas Intermediate (WTI), de referencia para el petróleo ecuatoriano, está cercano a los 80 dólares por barril. Normalmente cuando sube el valor del crudo, ese índice tiende a bajar, puesto que se supone que hay más recursos para el Gobierno.
El riesgo país comenzó a tener un incremento sostenido en Ecuador desde el pasado 5 de febrero, cuando se celebraron elecciones locales y un referéndum constitucional promovido por Lasso. En esa jornada, el mandatario tuvo un revés electoral, porque la ciudadanía rechazó las preguntas del plebiscito y se inclinó mayoritariamente por candidatos de tendencia progresista para las prefecturas provinciales y las alcaldías.
Un nuevo crédito
El funcionario señaló que el alza del riesgo país contrasta con otra noticia que se conoció el mismo miércoles, acerca de que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un crédito por 500 millones de dólares a Ecuador, que, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Economía y Finanzas, "cuenta con una tasa fija y podrá ser reembolsado a lo largo de 19 años, con un periodo de gracia de hasta 7 años".
Arosemena señaló que esos fondos serán invertidos "en el frente social" y "en la mitigación del fenómeno de El Niño".
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