China restringe las exportaciones de drones en medio de la guerra tecnológica con EE.UU.
El Ministerio de Comercio de China anunció este lunes la imposición de controles a la exportación de algunos tipos de drones y equipos relacionados por razones de "seguridad e intereses nacionales".
"De conformidad con las disposiciones pertinentes a la Ley de Control de las Exportaciones de la República Popular China, la Ley de Comercio Exterior de la República Popular China y la Ley de Aduanas, y con el fin de salvaguardar la seguridad y los intereses nacionales, se ha decidido, con la aprobación del Consejo de Estado y la Comisión Militar Central, que se impondrá el control a las exportaciones de determinados vehículos aéreos no tripulados o artículos relacionados", reza el comunicado.
Las restricciones, que incluyen además algunos motores para drones, equipos de imágenes infrarrojas, radar de apertura sintética y láseres para indicación de objetivos, entrarán en vigor el 1 de septiembre y estarán en vigencia durante un periodo de dos años.
Un portavoz del Ministerio de Comercio aseguró que las limitaciones no tienen como objetivo ningún país específico y aclaró que se prohibió la exportación de drones civiles con fines militares.
"El Gobierno chino siempre se ha comprometido a mantener la seguridad global y la estabilidad regional, y se ha opuesto sistemáticamente al uso de drones civiles con fines militares. Esta vez, la modesta expansión de China sobre el alcance de su control de drones es una medida importante para demostrar nuestra postura como un país importante responsable, para implementar iniciativas de seguridad global y mantener la paz mundial", dijo el vocero.
El anuncio de la nueva medida tiene lugar en medio de la escalada de tensión con EE.UU. por el acceso a la tecnología y se produce un mes después de que Pekín anunciara controles para el envío de galio y germanio, dos elementos claves para la fabricación de semiconductores y otros componentes electrónicos. Previamente, Washington introdujo una serie de medidas que restringe el acceso de Pekín a tecnologías clave como equipos para fabricación de chips.