Lula aboga por la transformación de la gobernanza internacional en la cumbre UE-Celac
En el marco de su intervención en la cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió este lunes en la necesidad de transformar "la gobernanza global", pues en su opinión, el modelo actual agudiza las asimetrías y desigualdades existentes en el mundo.
"El actual modelo de gobernanza mundial perpetúa las asimetrías, aumenta la inestabilidad y reduce las oportunidades de los países en desarrollo", sostuvo el mandatario desde Bruselas, donde se desarrolla la cita birregional, la primera en ocho años.
A ese respecto señaló que el encuentro, además de ser un escenario propicio para la firma de acuerdos comerciales, representa "un paso fundamental" para construir "un mundo más solidario, más fraternal, menos desigual", que requiere del concurso de todos los países.
Presidente Lula participa da III Cúpula CELAC-UE https://t.co/xzFnp7vS0u
— Lula (@LulaOficial) July 17, 2023
El dignatario también aludió al rol de los Gobiernos de México y Argentina en el ejercicio de la presidencia 'pro tempore' de la Celac, "por sus esfuerzos para reforzar el papel de la región en un nuevo orden multipolar". Al respecto, mencionó los intercambios del bloque latinoamericano y caribeño con actores como China, India, la Unión Africana y la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN).
Paz en Ucrania
En la misma línea, Da Silva apuntó que el conflicto en Ucrania representa una constatación de la inoperancia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para garantizar la paz y la seguridad globales, e impedir que las diferencias se diriman en un campo de batalla, pues "a menudo, sus propios miembros no respetan la Carta de las Naciones Unidas".
"No aceptamos el uso de la fuerza como un medio para resolver los litigios. Brasil apoya todas las iniciativas fomentadas por los distintos países y regiones, pidiendo un alto al fuego inmediato, un cese de las hostilidades y una paz negociada", reiteró.
Así las cosas, calificó como "una locura" la división del mundo "en bloques antagonistas" y afirmó que la paz es una necesidad "para superar los grandes retos" que tiene por delante la humanidad, algo que solamente podría tener lugar si se producen "cambios sistémicos profundos" en la gobernanza internacional.
Sobre este asunto girará la agenda de la presidencia brasileña del G20 en 2024, adelantó Lula. "Las preocupaciones legítimas de los países en desarrollo tienen que tenerse en cuenta, tenemos que estar representados correctamente en los organismos donde se toman las decisiones", recalcó.
Aunque no se refirió a ningún país en particular, de conformidad con su posición histórica, el presidente de Brasil cuestionó el uso de sanciones y bloqueos al margen del derecho internacional, pues a su parecer, "solo sirven para penalizar a las partes más vulnerables de la población".
Precisamos de paz para superar os grandes desafios que temos diante de nós e isso implica mudanças sistêmicas profundas. Dividir o mundo em blocos antagônicos seria uma insensatez. É inadiável reformar a governança global. Esse será um dos principais temas da presidência…
— Lula (@LulaOficial) July 17, 2023
Relaciones equitativas
Si bien el dignatario mencionó la "larga historia común de lazos sociales y económicos" que tiene la región latinoamericana y caribeña con Europa, precisó que la cooperación bilateral "debe reflejar las realidades y las prioridades de las dos orillas del Océano Atlántico".
"Para la región de América Latina y el Caribe, esto puede plasmarse en un esfuerzo a favor de la reducción de la desigualdad, de la erradicación del hambre y de la pobreza", ilustró.
A su juicio, esta agenda de prioridades de la Celac podría avanzar a partir del establecimiento de "una hoja de ruta para superar las asimetrías que hay en el desarrollo social y económico, iniciativas para movilizar los recursos y las inversiones", que incluyan "transferencia tecnológica y una verdadera integración de la cadena de producción", para poner freno a las desigualdades en la relación comercial con el Norte global.
"Necesitamos una asociación que ponga fin a la división internacional del trabajo, que condena a América Latina y el Caribe a suministrar materias primas y mano de obra mal pagada y discriminada", consideró.
Sobre esta base ratificó que la conclusión del acuerdo Mercosur-UE es una prioridad para su administración, pero que el pacto "tiene que basarse en la confianza y no en las amenazas", porque "la defensa de los valores medioambientales (…) no puede ser una excusa para el proteccionismo".
"No podemos considerar que la selva amazónica es solo un santuario ecológico. El desarrollo tiene tres dimensiones inseparables: económica, social y medioambiental. El mundo necesita ocuparse también del derecho que tienen los habitantes del Amazonas de tener una vida digna y de calidad. Por eso hemos convocado una cumbre de países amazónicos para hablar precisamente de este tema", argumentó.
Queremos assegurar uma relação comercial justa, sustentável e inclusiva. A conclusão do Acordo MERCOSUL-União Europeia é uma prioridade e deve estar baseada na confiança mútua e não em ameaças.
— Lula (@LulaOficial) July 17, 2023
Desafíos regionales compartidos
Con respecto a los desafíos compartidos, Lula hizo referencia al "extremismo político", "la desinformación", "la fabricación de información falsa" y los "ataques violentos a minorías silenciosas", que obligan a la cooperación entre naciones y regiones.
"No se puede respetar la diversidad sin tener en cuenta los derechos de las mujeres, de las comunidades indígenas, de la comunidad LGBTQ, de los migrantes, la inclusión social y digital, la promoción de los valores democráticos y la defensa del Estado de derecho", advirtió.
El Norte global debe pagar su deuda
Finalmente, el mandatario de Brasil cuestionó nuevamente el modelo de consumo implementado por el Norte global en perjuicio del planeta y de los habitantes del Sur global, cuya deuda no ha empezado a saldarse, pese a que los países industrializados suscribieron acuerdos al respecto.
"En 2009, los países ricos se comprometieron a financiar 100.000 millones de dólares al año para los países en desarrollo, como manera de compensar los daños que han infligido al planeta desde la Revolución Industrial. Este compromiso nunca se cumplió", recordó.
Para Lula, el mundo no ha aprendido la "lección tan dura" que dejó la pandemia del covid-19 y sigue comportándose "de modo irresponsable en materia de consumo" y los países, aún reconociendo la existencia del cambio climático, han sido incapaces de "adoptar medidas concretas".
"Los ricos se han hecho más ricos; los pobres se han empobrecido más: 735 millones de seres humanos se encuentran ahora en situación de hambruna, según un informe publicado por la FAO la semana pasada", puntualizó.