Lituania insta a la OTAN a permitir la creación de bases militares permanentes cerca de las fronteras de Rusia

El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, instó a la OTAN a prescindir del Acta fundacional de 1997 sobre relaciones, cooperación y seguridad mutuas entre Moscú y la Alianza Atlántica, con el fin de poder establecer bases militares permanentes cerca de las fronteras rusas.

De acuerdo con el mandatario, el tratado, que prohíbe estacionar de manera permanente fuerzas significativas en el territorio de los nuevos países miembros de la OTAN en Europa del Este, está "muerto" y el bloque militar ya no debería adherirse a sus restricciones.

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"Con Rusia tomando medidas activas para desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia, y tenemos todas las pruebas de que esto está ocurriendo, finalmente deberíamos declarar muerta esta acta fundacional de la OTAN-Rusia", declaró Nauseda a The Times.

"Sin ese paso, todavía se contamina el pensamiento de algunas de las capitales [de países miembros de la OTAN]. Todavía nos mantiene en la zona gris de la ambivalencia estratégica", aseguró el presidente del país báltico.

En sus declaraciones, Nauseda también remarcó la necesidad de aumentar los gastos de defensa, señalando la importancia de que los miembros del bloque destinen a ello "como mínimo" el 2 % de su PIB. Sin embargo, reconoció que el estado actual de la economía de ciertos países no les permitirá invertir una notable cantidad de dinero en el bloque militar. 

"Algunos países tal vez necesiten más tiempo para adaptarse. Quizá se necesiten uno, dos o tres años para poder alcanzar ese punto de referencia del 2 %. Pero mi preocupación es que este período de transición llevará demasiado tiempo, porque la situación es realmente muy peligrosa, muy frágil", manifestó.

Al mismo tiempo, el líder lituano se pronunció acerca de la posible membresía de Ucrania en la OTAN, afirmando que "sería un error" repetir "las mismas viejas fórmulas de Bucarest, sin decir nada nuevo a nuestros amigos, hermanos y hermanas en Ucrania", haciendo referencia a que en la cumbre de Alianza Atlántica de Bucarest, en 2008, se prometió a Ucrania y Georgia que serían parte de la organización, sin detallar una fecha concreta.

"Creo que [establecer] el camino más claro y más corto posible para que Ucrania se una a la alianza fortalecería al Estado ucraniano y, especialmente, fortalecería su espíritu de lucha", defendió Nauseda, a la vez que admitió la imposibilidad de una adhesión inmediata de Kiev al bloque militar. "Ahora mismo, en la práctica, no va a pasar, porque el país está en guerra", aclaró.