Caso Livent: cómo las transnacionales explotan recursos de Argentina y derrumban su moneda

"Hay una especie de deporte nacional de quedarse con las reservas". Con esta frase la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, denunció la depredadora práctica que existe en el país para apoderarse de las reservas del Banco Central (BCRA) aprovechando el diferencial cambiario entre el dólar oficial y el que se comercializa en el mercado negro. 

Algunas compañías extranjeras practican esta "disciplina" ilegal con maniobras en las declaraciones de exportación para subfacturar los montos que producen en el país.

El Ministerio de Economía ha puesto el foco en la minera norteamericana Livent, que explota carbonato de litio, y que está instalada en la provincia de Catamarca, en el norte del país. 

La empresa, que tiene yacimientos en pleno funcionamiento desde hace más de 20 años, pagó una multa de más de 5.300 millones de pesos (unos 20,6 millones de dólares) tras una denuncia de la Dirección General de Aduanas por declarar exportaciones de carbonato de litio a una filial suya en el exterior a un precio hasta cinco veces menor que el del mercado.

Aduanas le reclamó alrededor de ocho millones de dólares de retenciones no percibidas, entre lo que declaró y lo que debía reportar en movimientos de ganancias entre el 2018 y 2019.

Artilugios de facturación 

Livent aplicó artilugios de facturación en unas 400 operaciones entre su filial y varias sedes propias radicadas fuera del país.

El haber subfacturado es un delito que implica menos ingresos para Catamarca y también evade pagar regalías y cánones de exportaciones y aportes de fideicomisos de obras públicas en esa región.

"Como no se considera un 'commodity', todas estas cuestiones y esta falta de regulación que tiene, a su vez también por la Mesa Nacional del Litio, que lo conforma Salta, Jujuy y Catamarca, las dos empresas que en Argentina hoy por hoy están operativas están subfacturando en función al precio", explicó a RT Pablo Rutigliano, presidente y fundador de la Cámara Latinoamericana de Litio.

Rutigliano agregó que "no hay un precio de referencia que permita visualizar con transparencia cuál es el precio del carbonato de litio a la exportación". Y continuó: "Tampoco se cumple con la normativa o la resolución que determinó a AFIP [Administración Federal de Ingresos Públicos] el año pasado sobre los 53 dólares el kilogramo de carbonato de litio". 

Las empresas mineras tienen muchos beneficios impositivos en Argentina como, por ejemplo, una estabilidad fiscal de 30 años para el desarrollo de estas inversiones.

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Además, no hay decisiones estatales de última hora para eliminar estos privilegios tributarios a aquellas compañías que realicen las maniobras de evasión fiscal que se denuncian.

Y tampoco se trata de una práctica exclusiva en el mundo del litio. La Aduana denunció por contrabando a dos emprendimientos extranjeros -cuyo nombre no fue divulgado- que subfacturaron exportaciones a Brasil de porotos negros y que podrían ser sancionados con multas que alcanzarían los 28 millones de dólares.

Se trata de entidades que habrían recurrido a triangulaciones especiales e indebidas con firmas radicadas en EE.UU.. Las operaciones habrían sido registradas en el gigante sudamericano al doble de los valores que se establecieron en su momento en Argentina. 

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