El Pentágono preseleccionó a General Dynamics Land Systems (GDLS) y American Rheinmetall Vehicles como posibles contratistas-finalistas de la licitación para presentar un reemplazo para el vehículo de combate de infantería Bradley, cuyas distintas modificaciones están en uso de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y varios de sus aliados desde la década del 1970.
Los dos gigantes de defensa competirán para crear el nuevo 'vehículo de combate de infantería mecanizado XM30', que se espera esté terminado en algún momento antes de 2030, según la decisión anunciada este lunes, informa Defense News.
Los contratos para la etapa inicial de desarrollo se valoran en 1.600 millones entre las dos compañías, mientras que el Pentágono dedicará unos 45.000 millones al proyecto cuando esté terminado.
Al ganador se le otorgará un contrato de producción completo en 2027, cuando el Ejército decidirá cuántos vehículos encargar, y se prevé que las primeras unidades estén operativas para 2029. Antes de eso, se espera que el ganador de la licitación desarrolle once prototipos diferentes.
Originalmente denominado 'vehículo de combate tripulado opcionalmente', el XM30 será un vehículo de orugas con capacidades antitanque muy parecidas al Bradley, pero sería propulsado por un motor eléctrico híbrido y dotado de sistemas autónomos.
Inicialmente, en el concurso participaron cinco empresas armamentísticas, que presentaron ofertas antes de la preselección del lunes, incluido el fabricante de Bradley, el consorcio británico BAE Systems, detalló Doug Bush, subsecretario de adquisición, logística y tecnología del Ejército de EE.UU.
Los equipos bélicos fabricados por General Dynamics Land Systems incluyen al tanque de batalla principal M1 Abrams y al vehículo blindado con ruedas Stryker. Por su parte, Rheinmetall, un consorcio con sede en Alemania, diseñó el tanque Leopard II, un veterano de la Guerra Fría, que en sus distintas modificaciones ha sido entregado a Ucrania por varios miembros de la OTAN.
El vehículo de combate Bradley ha sido noticia en los últimos meses después de que la Casa Blanca acordara suministrar estos blindados a las tropas ucranianas, como parte de los más de 40.000 millones de dólares en ayuda militar directa brindada a Kiev. Según The New York Times, al menos 17 de los 113 Bradley proporcionados ya han sido dañados o destruidos por las fuerzas rusas, alrededor del 15 % del total.
