Este jueves en Bruselas se celebrará una reunión de los ministros de Defensa de la OTAN, que llega acompañada de polémica, en vista de que la alianza atlántica ha dejado fuera a las empresas españolas de una reunión que mantendrá con representantes de la industria de defensa.
La ministra de Defensa de España, Margarita Robles, ha mostrado su malestar y no asistirá a ese encuentro a modo de protesta, aunque sí participará en el resto de la agenda de la jornada, según recogen medios españoles.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pretende en esta jornada debatir dos cuestiones. Por un lado, analizar los avances de Ucrania en la contraofensiva que protagoniza durante las últimas semanas; por otro, concretar el aumento de la producción armamentística, sobre todo con vistas a nutrir a Kiev durante el conflicto.
España tiene un gran peso en el sector armamentístico europeo y, de hecho, es el noveno exportador de armas a nivel mundial, por lo que el sector representa el 1,4 % de su PIB. La exclusión de las compañías españolas ha causado molestia en el país íbero, sobre todo cuando queda menos de un mes para la próxima cumbre de alto nivel de la OTAN, que se celebrará el 11 y 12 de julio en Vilna, Lituania.
Stoltenberg se ha justificado alegando que a la reunión tan solo asistirá un pequeño grupo de empresas y que hay otros países que tampoco han sido invitados. En total, son 25 las compañías que participarán en las conversaciones, provenientes de 12 de los 31 países miembros de la alianza, con una gran representación de firmas estadounidenses y británicas.
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— NATO (@NATO) June 15, 2023
Ayer, en una conferencia de prensa en Bruselas, el secretario general de la OTAN intentó restar importancia a la cita del jueves, afirmando que esa reunión "no es la única plataforma".
"Tenemos un foro con la industria y estamos en contacto sobre la expansión de la industria", agregó. No obstante, desde el Ministerio español se considera que la convocatoria es poco inclusiva y que el proceso de selección de las empresas que participan ha sido opaco.
Carrera armamentística
La reunión con "productores de defensa pequeños, medianos y grandes de toda la Alianza", como recoge la nota de prensa publicada por la OTAN, tiene como objetivo revisar un nuevo Plan de Acción de Producción de Defensa, que aborde "rápidamente las deficiencias en las existencias aliadas".
Aunque el proyecto aún está por concretar, sí se cuenta ya con una inversión de 1.000 millones de dólares para adquisiciones conjuntas de municiones de 155 milímetros.
Además, los aliados han realizado una revisión de los objetivos de capacidad nacional para municiones decisivas en el conflicto de Ucrania y pretenden aumentar sustancialmente los suministros.
A la vista se encuentra el objetivo de implementar un paquete plurianual para mantener el apoyo a Kiev, a la vez que se rellenan los almacenes de los miembros de la alianza, mermados por los envíos del último año a Ucrania.
Stoltenberg defiende el apoyo armamentístico a Kiev como imprescindible para alcanzar la paz: "Cuanto más gane Ucrania, más probable será que el presidente Putin se dé cuenta de que no puede ganar en el campo de batalla, sino que tiene que negociar una paz justa", argumentó desde Bruselas.
