EE.UU. y Papúa Nueva Guinea firman un pacto de seguridad y China reacciona
Estados Unidos y Papúa Nueva Guinea (PNG) han firmado un nuevo acuerdo de cooperación en defensa, aumentando los lazos militares de Washington en el sur del Pacífico en medio de su agudizada rivalidad con China en la región.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el primer ministro papú, James Marape, firmaron el documento este lunes durante la visita del alto funcionario norteamericano a la capital de la nación oceánica, Puerto Moresby.
Aunque el texto del pacto no ha sido revelado por ninguna de las partes, se cree que otorgará a las fuerzas estadounidenses acceso a las instalaciones militares y de otro tipo de PNG.
Asimismo, un acuerdo separado sobre vigilancia marítima permitirá a la Guardia Costera de EE.UU. patrullar la vasta zona económica exclusiva del país oceánico con la presencia de funcionarios papúes en los barcos.
Durante la ceremonia de la firma, Blinken comentó que el pacto aumentará las capacidades de defensa de PNG y simplificará el entrenamiento conjunto de militares de EE.UU. y de la nación oceánica.
"[La cooperación en defensa] será completamente transparente", declaró Blinken, citado por Reuters.
En un comunicado emitido el domingo, el Departamento de Estado de EE.UU. afirma que el pacto "servirá de marco fundacional", con el que los dos países "podrán impulsar la cooperación en materia de seguridad y fortalecer aún más" sus "relaciones bilaterales, mejorar la capacidad de las Fuerzas de Defensa de Papúa Nueva Guinea y aumentar la estabilidad y la seguridad en la región".
"Estados Unidos espera publicar el texto del Acuerdo de Cooperación en la Defensa tras su entrada en vigor, de conformidad con la legislación estadounidense", precisó el organismo.
La firma del acuerdo ha provocado protestas en varias universidades papúes, mientras que políticos de la oposición aseguraron que empeorará las relaciones del país con China.
Por su parte, el Gobierno papú declaró en un comunicado el sábado que el pacto de seguridad "no impide que el país trabaje con otras naciones, incluida China", un importante socio comercial, y que "no trata de geopolítica, sino que refleja la necesidad del país de construir sus capacidades de defensa, porque las disputas fronterizas son inevitables en el futuro".
La visita de Blinken tiene lugar luego de que el presidente Joe Biden acortara la semana pasada su gira asiática -que habría incluido una visita al Foro de las Islas del Pacífico en la capital papú- debido a las discusiones sobre el techo de la deuda nacional en EE.UU.
"Juegos geopolíticos"
Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China declaró que no se opone a los intercambios normales y a la cooperación igualitaria y mutuamente beneficiosa entre las partes interesadas y los países insulares del Pacífico, como Papúa Nueva Guinea, pero advirtió contra los "juegos geopolíticos".
"Lo que debemos evitar es participar en juegos geopolíticos en nombre de la cooperación, y también creemos que ninguna cooperación debe dirigirse contra terceros", afirmó la portavoz del ministerio, Mao Ning, en una rueda de prensa.
Lucha de influencia con China
Las tensiones en la región acapararon la atención mediática hace un año, cuando Islas Salomón firmó un tratado de seguridad con Pekín, lo que generó fuertes críticas por parte de EE.UU., Nueva Zelanda y Australia. En respuesta, el gigante asiático y su socio oceánico aclararon que el pacto no preveía la construcción de ninguna base militar china.
Semanas más tarde, diez Estados isleños del Pacífico rechazaron la propuesta de Pekín de firmar el tratado Visión Común de Desarrollo, con el que China buscaba reforzar su cooperación con estas naciones en campos que iban desde la seguridad hasta la pesca.
Por su parte, Washington también impulsó su actividad diplomática en la región. Así, reabrió su Embajada en Islas Salomón tres décadas después de su cierre, al tiempo que anunció su intención de abrir una Embajada en Vanuatu y establecer representaciones diplomáticas en Kiribati y Tonga.