La junta militar de Birmania confirma que realizó un ataque aéreo a una reunión de insurgentes, con un saldo de unos 100 muertos
Zaw Min Tun, portavoz del Consejo Administrativo del Estado de Birmania —nombre con el que se conoce a la junta militar que gobierna el país asiático tras el golpe de Estado de 2021— confirmó el ataque aéreo a una reunión que se estaba celebrando este martes en la aldea de Pazigyi (división de Sagaing), que está controlada por opositores insurgentes, en declaraciones al canal militar local Myawaddy, informa Reuters. Se cree que dejó unos 100 muertos.
El funcionario sostuvo que el ataque realizado por el Ejército sobre una reunión del Gobierno de Unidad Nacional, organismo que afirma ser el Ejecutivo legítimo en la nación, y sobre su brazo armado, la Fuerza de Defensa del Pueblo (PDF, por sus siglas en inglés), tenía como objetivo restaurar la paz y la estabilidad en la región.
"Durante esa ceremonia de apertura, llevamos a cabo el ataque. Los miembros de la PDF fueron asesinados. Ellos son los que se oponen al Gobierno del país, al pueblo del país", declaró. "Según nuestra información terrestre, golpeamos su depósito de armas y explotó y la gente murió por eso", añadió.
El vocero indicó que en las fotografías difundidas se veía a varios fallecidos vistiendo uniforme y que "probablemente también murieran" algunos civiles que se vieron obligados a apoyar a los "terroristas" de la PDF.
Condena de la ONU
Asimismo, acusó a los integrantes de la PDF de haber cometido "crímenes de guerra" y de haber arrebatado la vida a "monjes, maestros y residentes inocentes" en las zonas que no apoyaban su causa.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el ataque aéreo en Sagaing y pidió que los responsables rindieran cuentas. Al mismo tiempo, instó a los militares a que pusieran fin a la "campaña de violencia contra la población" de Birmania en todo el país.
Por su parte, Volker Türk, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también condenó los hechos con un mensaje publicado antes de que la junta se pronunciara, en el que afirmaba que entre las víctimas podría haber niños en edad escolar.