"Será el fin del deporte mundial": COI advierte que los gobiernos no pueden decidir qué atletas compiten
El rechazo de ciertos gobiernos de Europa al regreso de los atletas rusos y bielorrusos a las competiciones internacionales es "deplorable" y muestra su "doble rasero", criticó este jueves el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, en una conferencia de prensa.
Las recomendaciones emitidas por el COI a las federaciones internacionales, que permitirían la participación de los atletas de Rusia y Bielorrusia en certámenes transnacionales, ha recibido una fuerte condena de los gobiernos de Ucrania, Alemania, Polonia, el Reino Unido y otros países occidentales. Esas naciones consideran que los deportistas rusos y bielorrusos no tienen cabida en el deporte mundial, reporta Reuters.
"Hemos tomado nota de algunas reacciones negativas de ciertos gobiernos europeos en particular", dijo Bach. "Es deplorable ver que esos gobiernos no deseen respetar la voluntad de la mayoría dentro del movimiento olímpico ni la autonomía del deporte", agregó. Además, el jefe alemán del organismo internacional lamentó el "doble rasero" de esos Estados respecto a los atletas, cuyos países actualmente también están "involucrados en las otras 70 guerras y conflictos armados".
"Sería el fin del deporte mundial"
Sobre la admisión de los deportistas rusos y bielorrusos en los distintos torneos, Thomas Bach señaló que ahora dependerá de cada federación deportiva e instó a los gobiernos a que no intervengan en esas decisiones. Las críticas gubernamentales "han fortalecido la unidad del movimiento olímpico", dijo. "No puede depender de los gobiernos decidir qué atletas pueden participar en qué competencias. De ser así, sería el fin del deporte mundial tal como lo conocemos", agregó.
Bach indicó que el COI recibió una carta firmada por 206 comités olímpicos nacionales, respaldando la autonomía del deporte. Los comités olímpicos nacionales de varios países africanos y asiáticos incluso se mostraron dispuestos a permitir que los atletas rusos y bielorrusos compitan bajo las banderas nacionales de sus respectivos países, dijo Bach.
En cuanto a la posibilidad de que los deportistas de Rusia y Bielorrusia participen en los Juegos Olímpicos de París, cuyo inicio está programado para julio de 2024, Bach indicó que el COI tomará la respectiva decisión cuando falte un año para que comience el torneo. El presidente aclaró que primeramente se hará un seguimiento de la implementación de sus recomendaciones y que cuando se tenga una imagen clara de la situación se tomará una resolución.
En caso de que la decisión sea favorable para los deportistas rusos y bielorrusos, el presidente del Comité Olímpico Internacional espera que los atletas ucranianos no decidan boicotear los JJ.OO. de París.
Medidas "discriminatorias"
El COI recomendó este martes a las federaciones internacionales y a los organizadores de torneos transnacionales que analicen la posibilidad de que se permita la participación de atletas rusos y bielorrusos en los diferentes campeonatos, pero solamente como atletas neutrales individuales. Además, aconsejó que no se considere la participación de equipos de ambos países y que tampoco se acepte a los atletas que apoyen la operación militar especial de Rusia en Ucrania o a deportistas miembros de las Fuerzas Armadas o agencias de seguridad nacionales.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, tachó este jueves de "discriminatorias" las recomendaciones del COI para que los rusos participen únicamente como atletas neutrales individuales sin la bandera e himno de su país. Según la funcionaria, esas medidas fueron "dictadas" por Occidente en un intento por "excluir a Rusia del deporte mundial".
"Es inaceptable que esas recomendaciones se disfracen como una supuesta medida de protección a los derechos humanos y que simultáneamente se tergiversen los principios del movimiento olímpico", agregó Zajárova, recordando que los atletas rusos son objeto de "persecución" desde hace varios años, en el marco de la llamada "política de contención" que Occidente viene aplicando contra Moscú.