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Operación policial desmantela una facción que planeaba asesinar a varias autoridades en Brasil
El exjuez Sergio Moro, uno de los presuntos blancos, aseguró que los planes eran en represalia por las medidas carcelarias que ordenó cuando era ministro de Justicia en el gobierno de Bolsonaro.
La Policía Federal (PF) lanzó este miércoles una operación contra una facción del Primer Comando de la Capital (PCC), la banda criminal más poderosa de Brasil, que planeaba asesinar a varias autoridades y funcionarios brasileños, entre ellos al exjuez y actual senador, Sergio Moro.
En un comunicado, la PF informó de que la facción pretendía desplegar su plan -que también incluía "extorsión mediante secuestro"- en cinco estados del país, entre ellos Sao Paulo y Brasilia.
Para la operación, bautizada como Sequaz, fueron desplegados 120 agentes para ejecutar siete mandatos de prisión preventiva, cuatro de prisión temporal y 24 órdenes de registro. Según la prensa local, durante la mañana de Brasil, nueve ya fueron detenidos.
Foi investigado e identificado um plano de homicídios contra vários agentes públicos (dentre os quais um senador e um promotor de Justiça). Hoje a Polícia Federal está realizando prisões e buscas contra essa quadrilha. Meus cumprimentos às equipes da PF pelo importante trabalho
— Flávio Dino 🇧🇷 (@FlavioDino) March 22, 2023
El comunicado no identifica ni a la facción criminal ni a los objetivos, pero el propio Moro, el exjuez que encabezó la megaoperación anticorrupción Lava Jato, dijo en las redes sociales que se trata "de unos planes de represalia del PCC" contra él, su familia y otros agentes públicos.
Según el sitio de noticias G1, esos planes de represalias responderían a que, cuando era ministro de Justicia en el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, Moro ordenó el traslado de Marcos Willians Herbas Camacho, conocido como Marcola, el líder del PCC, y otros miembros de la banda a prisiones de máxima seguridad.
Además, era partidario de aislar a esos presos endureciendo las condiciones carcelarias, como las visitas, como una forma de debilitar a la banda. Todo eso habría irritado al PCC, que también estaría planeando el secuestro de Moro para negociar la liberación de Marcola.
Amenazas de muerte
Otro de los objetivos del PCC era el fiscal Lincoln Gakiya, que investiga a esta facción dentro y fuera de las prisiones. El fiscal se mueve desde hace más de 10 años con escolta a causa de las amenazas de muerte que recibe.
Gakiya forma para del Grupo de Acción Especial para la Represión del Crimen Organizado (Gaeco) en el municipio de Presidente Prudente, en el interior del estado de Sao Paulo, e informó que Moro y su familia eran vigilados por miembros del PCC desde enero.
El propio fiscal explicó que el plan para asesinar a Moro se supo a través de la declaración de un testigo en enero en el marco de las investigaciones que él lleva a cabo. El exjuez y su esposa, Rosangela Moro, fueron informados y se les reforzó su seguridad personal.
"Era un ataque nacional", explicó el ministro de Justicia, Flávio Dino, quien en las redes sociales felicitó a la PF por "investigar e identificar un plan de homicidios contra varios agentes públicos".
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