EE.UU. pretende acelerar el envío de tanques M1 Abrams a Ucrania
Washington quiere acelerar las entregas de sus tanques M1 Abrams a Ucrania, pero para ello deberá prescindir de enviarle la última versión de ese vehículo de combate, debido a que podría tardar más de un año en llegar al campo de batalla, afirmó este martes el secretario de prensa del Pentágono, Pat Ryder.
Inicialmente, el Departamento de Defensa de EE.UU. tenía la intención de proporcionar a Kiev la versión M1A2. Sin embargo, "después de más estudios y análisis sobre la mejor manera de hacer esto", se decidió sustituirla por "la variante M1A1 del tanque Abrams, lo que nos permitirá acelerar significativamente los plazos de entrega y suministrar esta importante capacidad a Ucrania para el otoño de este año", alegó el vocero.
Este modelo "le dará a Ucrania una capacidad muy similar a la del M1A2", precisó Ryder durante una sesión informativa, agregando que Washington busca "poner esta importante capacidad de combate en manos de los ucranianos lo antes posible".
De acuerdo con sus palabras, los cálculos apuntan a que las entregas del modelo más moderno probablemente habrían tardado más de un año en llegar al campo de batalla. Al mismo tiempo, Ryder reconoció que la variante más antigua de los tanques estará equipada con "carcasas sobrantes" del inventario estadounidense, que "restauraremos" y "reacondicionaremos". El portavoz pronosticó que el costo del procedimiento será de unos 400 millones de dólares.
A finales de enero, Estados Unidos aprobó el envío de 31 tanques Abrams M1 a Ucrania y el presidente del país, Joe Biden, prometió que Washington también brindará el entrenamiento necesario para operar estos carros de combate. El anunció se produjo después que Berlín informara el mismo día que entregará 14 carros de combate Leopard 2A6 a Kiev, y que dará permiso a otros países para que suministren al Ejercito ucraniano sus propios tanques Leopard, de fabricación alemana.
En contrapartida, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sostuvo este martes que Pekín no debe suministrar armamento a Rusia para no prolongar aún más el conflicto entre Moscú y Kiev. Sus comentarios tuvieron lugar un día después que Washington aprobara un nuevo paquete de ayuda militar a Kiev por valor de 350 millones de dólares, lo que se convertirá en la 34.ª entrega de armas y equipos estadounidenses a las fuerzas ucranianas.