La contaminación de los ríos y playas de Panamá avanza pese a la ley sobre gestión de residuos
Toneladas de basura contaminan los ríos y playas de Panamá. Mientras el Gobierno asegura que hace todo lo posible para atajar la contaminación de sus aguas, las organizaciones sociales exigen al Ejecutivo que actúe de manera eficiente para prevenir futuros daños ambientales con consecuencias catastróficas.
Según datos de la Cámara de Reciclaje panameña, cada residente del país genera alrededor de 1,2 kilos de residuos sólidos al día, lo que coloca a la nación como la segunda de América Latina con más producción de desechos por habitante, después de Chile. En el país centroamericano se generan 4.800 toneladas diarias de desechos, de las que solo el 58 % se recoge, yendo a parar el resto a vertederos no formales, en los ríos y en el mar.
Ciudad de Panamá es un destino turístico, entre otras cosas por su biodiversidad única, que se ve amenazada por el mal manejo de los desperdicios. En el país, solo el 5 % de los materiales desechados que tienen el potencial para ser reciclados llegan a las empresas que lo gestionan.
La contaminación en la capital
Las calles de algunos distritos del centro de la capital están llenas de desechos, debido tanto a la falta de manejo de la basura desde los hogares, como a los desperdicios industriales, pasando por la ausencia de lugares donde depositarla.
Para algunos expertos, una de las causas reside en la falta de camiones de recolección, que son manejados por la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD). Pero para su administrador, la responsabilidad también recae en la gente, siendo un tema coyuntural que ya lleva muchos años afectando a la ciudad debido al desarrollo inmobiliario descontrolado.
"Nosotros simplemente somos un puente para recoger la basura, pero los desechos lo generan los residentes, los comercios, las personas. Entonces, es responsabilidad de todos. Por eso nosotros tenemos un eslogan en la institución que dice 'la basura es tuya', para que la gente vaya creando conciencia, de manera de que haya una responsabilidad compartida en cuanto al manejo de la basura", asevera Alonso Filós Avecilla, administrador general de la AAUD.
La contaminación de ríos y playas
Además, una gran cantidad de los desperdicios termina desembocando en ríos y playas. Según algunos estudios, cada año se vierten 175.000 toneladas de plástico en el golfo de Panamá. El río Juan Díaz, considerado uno de los más contaminados del país, es un caso ilustrativo de la mala gestión de los desechos.
En un intento por remediar la situación, se estableció un sistema de limpieza que recolecta los desechos sólidos del río Juan Díaz. Se trata de una barcaza bautizada 'Wanda' y de una malla flotante denominada 'Bob' que va conectada a la embarcación. Con este sistema, cerca de 7 toneladas de basura se han recolectado desde el pasado mes de septiembre. Se trata del primer sistema de este tipo en Latinoamérica que usa energía hidráulica y solar. Su banda transportadora lleva los desechos para su clasificación y luego su reciclaje.
"'Wanda' realmente llega a ayudarnos a crear conciencia, pero sabemos que no es la solución. Podemos tener cientos de 'Wanda' en todos los ríos del país, pero al final esa no es la solución que nos va a ayudar a tener un país mejor, sino que tenemos que cambiar nosotros", urge la directora ejecutiva de la Asociación Marea Verde, Sandy Watemberg.
Ley convertida en letra muerta
Por su parte, el director de la Fundación Protección del Mar, Ricardo Wong, asegura que cerca de 2.500 toneladas de basura llegan diariamente a las playas panameñas, y que apenas se logra recoger cerca de una cuarta parte, debido a la falta de recursos y de personal.
"Obviamente, no somos suficientes. Requerimos que el Gobierno, la empresa privada, la comunidad y otras organizaciones no gubernamentales estemos alineados en la misma dirección", comenta Wong.
Desde 2021 rige en el país una ley que regula la gestión integral de los residuos sólidos, desde la recolección al reciclado y asignación de incentivos fiscales para promover la reutilización de los desechos. Sin embargo, la normativa aún no ha sido puesta en marcha por las autoridades ni por gran parte de la población.