Los mayas conocieron la economía de mercado (y tenían 'supermercados' de artesanía)
Los mayas que vivieron en el altiplano centro-occidental de Guatemala hace más de 500 años se guiaban por una economía de mercado en el intercambio de sus mercancías y, en contraste con lo que muchos arqueólogos pensaban hasta ahora, no estaban sometidos a un control tan riguroso de sus gobernantes.
Así lo sugiere un estudio encabezado por Rachel Horowitz, profesora adjunta de antropología en la Universidad Estatal de Washington, cuyos resultados fueron publicados en diciembre en la revista Latin American Antiquity.
En el marco de su investigación, Horowitz realizó análisis geoquímicos y tecnológicos de objetos de obsidiana, una roca parecida al vidrio con la que se fabricaban herramientas y armas, que fueron recolectados en la década de 1970 cerca del sitio arqueológico de Cumarcaj, ubicado en el departamento guatemalteco de El Quiché. La experta centró su investigación en el período posclásico maya (1200-1524).
Horowtiz descubrió que la élite gobernante de ese periodo adquiría la obsidiana de fuentes similares en la región de Quiché Central y Cumarcaj, lo que apunta a un alto grado de control centralizado. De la misma forma, gestionaba el comercio de formas valiosas de obsidiana de otras regiones, en particular de la Pachua de México, se explica en un comunicado difundido esta semana por la Universidad de Washington.
Sin embargo, fuera de esta región central conquistada por la élite Quiché la situación era distinta. El análisis de la investigadora indica que allí existían fuentes propias de obsidiana, desarrollándose lugares especializados en los que la gente compraba diferentes utensilios hechos por artesanos.
"En general, los estudios han asumido que el comercio de obsidiana era gestionado por los gobernantes mayas, pero nuestra investigación demuestra que no era así, al menos en esta zona", relata Horowitz.
"La gente parece haber tenido una gran libertad económica, que incluía la posibilidad de ir a lugares similares a los actuales supermercados para comprar y vender productos a los artesanos", explica Horowitz. Según comenta, a medida que avanzan los estudios aparecen más evidencias de que la vida de los mayas "se parecía mucho" al modo de vida contemporáneo.