La Casa Blanca podría estar considerando la idea de prohibir las exportaciones de gasolina
La Administración Biden pidió al Departamento de Energía de EE.UU. examinar las posibles consecuencias de la prohibición de las entregas de gasolina y otros productos refinados del petróleo al extranjero.
La petición tuvo lugar tras una reunión entre funcionarios de alto rango de la Administración Biden y los presidentes de las compañías petroleras. Ambas partes llegaron a la conclusión de que los precios internos actuales de la gasolina representan una amenaza política para los demócratas en vísperas de las elecciones al Congreso que se celebrarán en noviembre, destacaron este martes fuentes anónimas a Bloomberg.
El plan de la Administración Biden de prohibir las exportaciones de gasolina fue criticado por los representantes de la industria petrolera y expertos del mercado. Opinan que la medida subirá más el precio interno de la gasolina y que además privará a los aliados europeos de recursos energéticos cuando más los necesiten.
"Prohibir o limitar las exportaciones de los productos refinados [del petróleo] probablemente disminuya los niveles de existencias, reduzca la capacidad doméstica para hacer la refinería, ejerza presión alcista sobre los precios de los combustibles al consumidor y distancie a los aliados de EE.UU. durante la guerra", escribieron este martes los jefes del Instituto Estadounidense del Petróleo y la Asociación Estadounidense de Fabricantes de Combustibles y Petroquímicos en una carta entregada a Jennifer Granholm, la secretaria de Energía de EE.UU.
Las discusiones acerca de la posible prohibición de las exportaciones de los productos de refinería petrolera norteamericanos tiene lugar después de la decisión tomada por la OPEP+ de recortar la producción de petróleo en dos millones de barriles diarios tras las recomendaciones de su comité de monitoreo.