Documentos revelan que el juez quería incumplir su promesa de no encarcelar al cineasta Roman Polanski por violar a una adolescente en 1977
El juez estadounidense Laurence Rittenband dijo a abogados en privado que incumpliría su promesa dada al director de cine polaco-francés Roman Polanski de no encarcelarlo por la violación de una adolescente en 1977, según se revela un testimonio del exfiscal adjunto Roger Gunson tomado en 2010 y al que AP ha tenido acceso.
Se trata del caso de la violación de Samantha Gailey (actualmente Samantha Geimer) que en el momento de los hechos tenía 13 años. Polanski fue detenido en Los Ángeles e imputado por cinco delitos sexuales contra Geimer. El director aceptó las acusaciones creyendo que así iba a obtener una condena menor. Sin embargo, al sospechar que podía terminar con una pena larga de prisión, escapó rumbo a Europa y hoy día todavía es considerado como fugitivo en EE.UU.
En este sentido, el testimonio de Gunson puede servir de prueba a las afirmaciones de Polanski de que escapó de suelo estadounidense en víspera de su sentencia en 1978 por temor a un posible incumplimiento de la promesa judicial. "El juez le había prometido en dos ocasiones algo que incumplió. Por tanto, no me sorprendió que cuando le dijeron que iba a ser enviado a una prisión estatal, [Polanski] no pudiera o no quisiera confiar en el juez", afirmó el exfiscal.
Pormenores del crimen
La víctima testificó ante un gran jurado que en marzo de 1977 Polanski le dio champán y parte de un sedante durante una de fotos en casa del actor Jack Nicholson mientras este estaba ausente y le obligó a tener sexo con él. La entonces adolescente no opuso resistencia por temor al cineasta y posteriormente su madre denunció lo ocurrido a la Policía.
Tras su arresto, Polanski se declaró culpable de tener sexo ilícito con una menor de edad a cambio de que la parte acusadora retirara los cargos por drogas, violación y sodomía.
Las decisiones del juez
Tras un informe de los funcionarios del sistema de libertad condicional que concluyó que Polanski no debía ser encarcelado, el juez Rittenband, que murió en 2013, decidió enviar al director a una prisión estatal por 90 días para que se sometiera a una evaluación diagnóstica que ayudara a determinar el castigo al que debía enfrentarse.
De acuerdo a Gunson, Rittenband prometió que el cineasta no sería encarcelado por más tiempo siempre que gozara de un informe favorable. Tras seis semanas de evaluación en prisión, Polanski fue liberado con la recomendación de que solo cumpliera libertad condicional.
Sin embargo, Rittenband consideró que los informes sobre el comportamiento de Polanski bajo libertad condicional y en prisión eran "superficiales" y un "blanqueo", afirmó Gunson, quien admitió asimismo que durante la investigación se habían tergiversado o minimizado los delitos del director.
Además, el testimonio del exfiscal saca a la luz que Rittenband aseguró ante él y el abogado defensor de Polanski que tenía que ser más severo por las críticas que estaba recibiendo en los medios. En este contexto, les dijo que mandaría a Polanski a la cárcel con una condena mayor, pero prometiendo que lo liberaría antes de 120 días, lo cual estaba permitido bajo las reglas de la época.
Sin embargo, Gunson admitió durante su testimonio que el juez podía sentenciar al cineasta hasta 50 años de prisión, ya que no había habido un acuerdo de sentencia. Al mismo tiempo, el exfiscal se opuso a la "farsa" de procedimiento que Rittenband quería llevar a cabo, al considerar que estaba incumpliendo sus promesas a Polanski.
Desclasificación del testimonio
Por su parte, Geimer lleva largo tiempo pidiendo que se desestime el caso o se sentencie a Polanski en rebeldía. "Le imploro que considere tomar medidas para finalmente cerrar este asunto como un acto de misericordia para mí y mi familia", dijo a un juez hace cinco años.
Al mismo tiempo, la mujer instaba a investigar la mala gestión judicial de su caso y solicitaba que se hiciera público el testimonio el testimonio de Gunson.
Pese a la persistente oposición de sus predecesores, el fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón accedió finalmente a desclasificar los materiales para cumplir los deseos de Geimer y en pos de la transparencia pública. El miércoles pasado, una corte de apelaciones de la ciudad californiana ordenó la publicación de la transcripción del testimonio.
En un comunicado al respecto, Gascón recordó que Polanski sigue siendo un fugitivo en EE.UU. y debe entregarse a la Justicia para ser sentenciado.