El asesinato a tiros de un militante de Lula por parte de un seguidor de Bolsonaro sacude la política brasileña

La vida del guardia municipal Marcelo Arruda estuvo ligada a la lucha sindical y para celebrar su 50 cumpleaños eligió decorar el local de su fiesta con la temática del Partido de los Trabajadores (PT), formación donde militaba desde hace más de 10 años. 

El establecimiento en Foz de Iguazú, en el estado de Parana, el sur de Brasil, se llenó de globos rojos –color de la formación izquierdista– y fotos del expresidente y candidato a la presidencia, Luiz Inácio Lula da Silva. 

Al final de la celebración, sobre las 23:00 horas del sábado, Jorge Guaranho, un agente penitenciario federal y seguidor del mandatario ultraderechista, Jair Bolsonaro, invadió el local y disparó contra Arruda. 

Los informes policiales, de los que se hace eco la prensa, así como los videos de las cámaras de seguridad muestran lo ocurrido.  

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Guaranho, acompañado de una mujer y un bebé, pasó con su coche por delante del evento y comenzó a gritar: "'¡Bolsonaro!', 'Lula ladrón', '¡Muerte a los petistas!'".

Después de una discusión con Arruda, la mujer de este –la investigadora policial Pamela Suellen Silva– y algunos de los invitados, el agresor se marchó. 

Arruda, que había sido candidato a vicealcalde en esa localidad en las elecciones municipales de 2020 y era tesorero del PT, se dirigió a su carro y cogió el arma reglamentaria que tenía dentro.

Diez minutos después, Guaranho volvió solo. Entró en el local, disparó contra Arruda –en la pierna y en el abdomen–, y ya herido en el suelo el petista cargó cinco veces contra el bolsonarista.

Arruda, que tenía cuatro hijos, no llegó vivo al hospital, mientras que Guaranho se encuentra internado y su estado es "estable".

"No tenemos ni idea de dónde salió ese tipo", contó a UOL la mujer del fallecido. La pareja tenía un niño de seis años y un bebé de solo 40 días. "Teníamos miedo de esta radicalización. Llevábamos tiempo hablando de no exponernos demasiado, por miedo a las agresiones", aseguró.

El secretario de Seguridad Pública de Foz de Iguazú, Marcos Antonio Jahnke, explicó que la Policía Civil investiga la motivación del crimen y baraja la posibilidad de que se trate de un caso de "intolerancia política".

"Evitó una tragedia mayor"

"Rechazamos cualquier tipo de apoyo a quienes practican la violencia contra los opositores", tuiteó Bolsonaro. "Que las autoridades investiguen seriamente lo sucedido y tomen todas las medidas oportunas, así como ir en contra de los calumniadores que actúan como buitres para intentar perjudicarnos las 24 horas al día", añadió.

Por su parte, el PT lamentó la muerte de Arruda y aseguró que lo sucedido fue "un crimen del odio de un bolsonarista". "Una persona, por intolerancia, amenazó y luego disparó contra él [Arruda], que se defendió y evitó una tragedia mayor", escribió Lula. 

Lo ocurrido sucede a menos de tres meses de unas polarizadas elecciones presidenciales, que tendrán lugar en octubre, y que se definirán entre Bolsonaro y Lula. Por el momento, el líder del PT parte como favorito en todas las encuestas. El clima de tensión ha llevado a la Policía Federal a reforzar la seguridad de los candidatos.