Quién es Pichetto, el peronista elegido por Macri para la fórmula con la que buscará la reelección
Las fuerzas políticas de Argentina comenzaron a configurar sus alianzas de cara a las elecciones presidenciales de octubre. Este martes, a 48 horas del cierre de listas previo a las primarias de agosto, el presidente Mauricio Macri anunció que Miguel Ángel Pichetto, un hombre del peronismo, será su compañero de fórmula dentro de la alianza Cambiemos, que a partir de ahora se llamará Juntos por el Cambio.
El flamante candidato a vicepresidente por el macrismo tiene una extensa carrera dentro del Partido Justicialista (PJ). Como senador y jefe del bloque peronista en el Congreso, Pichetto fue incluso un hombre clave del kirchnerismo, del que se alejó al finalizar Cristina Fernández de Kirchner su mandato en 2015.
Con 68 años de edad, el hombre nacido en Banfield, provincia de Buenos Aires, pasó 26 dentro del Congreso de la Nación representando a la provincia de Río Negro, donde se radicó tras graduarse de abogado en 1976. Pichetto tuvo dos mandatos como diputado nacional por el distrito patagónico entre 1993 y 2001. El 19 de diciembre de ese año, días antes de la crisis que derrumbó al gobierno de Fernando de la Rúa, asumió como senador.
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— Mauricio Macri (@mauriciomacri) June 12, 2019
Pichetto es un hombre rígido, de una severidad que lo llevó, por ejemplo, a manifestarse en contra de los aplausos en el Congreso. Fiel a esa línea, suele poner a la "razonabilidad" por encima de la "emoción". Es que, para Pichetto, "la política no es para almas sensibles". Esa doctrina volvió aflorar el mismo martes, cuando luego del anuncio de su candidatura dentro del macrismo ofreció una conferencia de prensa: "No estoy emocionado. Las emociones no forman parte de mi temperamento", dijo.
El deber de acompañar
Siempre dentro del peronismo, mantuvo su posición de oficialista tanto en las dos presidencias consecutivas de Carlos Menem (1989-1999), como durante los gobiernos del PJ que sucedieron al radical De la Rúa. Fue con Eduardo Duhalde, presidente interino, que Pichetto se convirtió en jefe de la poderosa bancada peronista del Senado, cargo en el que luego fue ratificado por Néstor Kirchner y por Cristina Fernández.
"Yo soy dirigente del Partido Justicialista, cuando mi partido está en el Gobierno, mi deber es acompañar", respondió Pichetto cuando fue consultado sobre su tendencia a mantenerse siempre cercano a quienes detentan el poder.
En estos años de gestión macrista, dedicó duros cuestionamientos hacia ambos lados de la "grieta", como se denomina comúnmente a la polarización en Argentina. Bajo la premisa de terminar con la política binaria, formó parte del espacio Alternativa Federal, que componen peronistas críticos del kirchnerismo. Sin embargo, abandonó este partido abruptamente para alinearse al oficialismo.
Desde su salida del kirchnerismo, decisión que en sus propias palabras le permitió recuperar su "capacidad de pensar", mostró sin demoras que no es la clase de político que puede definirse como 'progresista'.
De hecho, se diferenció de Cristina Kirchner cuando señaló que la dirigente ocupa "un espacio más ligado a la izquierda", y manifestó que su discurso "atrasa notoriamente".
Frontal y a veces polémico, el propio Pichetto suele decir que detesta el "correctismo político". Pero esa misma frontalidad le devolvió fuertes críticas por varias expresiones cargadas de xenofobia, como cuando dijo que la Argentina funcionaba "como ajuste social de Bolivia y ajuste delictivo de Perú", o al afirmar que "ninguno" de los ciudadanos senegaleses que residen en Argentina realiza "actividades lícitas".
"Incapacidad notoria"
Antes de su postulación a vice, Pichetto definió a la administración actual como "el gobierno de los CEO", dijo que han demostrado una "incapacidad notoria" y aseguró que han "fracasado". También sostuvo, por ejemplo, que Cambiemos había hecho "kirchnerismo blanco" al aumentar la cantidad de planes sociales.
Pero su acercamiento con el macrismo tiene su correlato en el comportamiento que tuvo como senador en los tres años y medio que lleva Cambiemos en el poder. Es que Pichetto actuó como garante en el Senado de las leyes impulsadas por el Gobierno, siendo en principio el encargado de negociar las condiciones puestas por los gobernadores peronistas.
En el último tiempo, su discurso fue alineándose poco a poco con el oficialismo. Recientemente, al ser consultado por un medio local sobre a quién votaría en un eventual balotaje entre el kirchnerismo y Macri, Pichetto no dudó en señalar que votaría por el actual presidente.
También reconoció que mantiene con el Gobierno un "diálogo propositivo", y dijo que su mirada sobre los temas internacionales es "muy parecida" a la del jefe de Estado.
Efectos electorales
La virtud más destacada del senador es su capacidad como un operador político que, desde las sombras del poder, habla —o negocia— con todas las fuerzas sin distinción de banderas. De alguna manera, el oficialismo buscó con su designación ampliar la alianza Cambiemos, sumando a un peronista que había sido calificado por el propio Macri como un "opositor responsable".
Puertas adentro, la decisión recibió apoyo pero también generó malestar. La centenaria Unión Cívica Radical (UCR), parte importante de la Alianza Cambiemos, venía reclamando lugares de relevancia dentro del armado electoral. Finalmente, quedó otra vez fuera de la discusión.
Por otra parte, el anuncio del presidente parece evidenciar las contradicciones del oficialismo, que suele argumentar que todos los males de la Argentina se deben a "los 70 años de peronismo", una cuenta que no coincide con la realidad histórica del país, atravesada por varios períodos de dictaduras y proscripciones. Como una ironía, el Gobierno optó finalmente por un candidato a vice que viene de esa corriente política.
Emmanuel Gentile
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